martes, 1 de julio de 2025

Más allá de las apariencias

 Si la política es el arte del engaño, según Maquiavelo, la geopolítica lo es doblemente. Cada nación hace su propaganda y, en guerra, lo hace doblemente.

Algunos ejemplos recientes. China y Estados Unidos están en una feroz competencia, pero acaban de firmar un tratado comercial sobre aranceles que protege los intereses de ambos países, porque sus economías son fuertemente interdependientes.

Otro ejemplo: el ataque iraní a la base militar norteamericana en Qatar. Lanzaron 14 misiles, de los más viejos; 13 fueron interceptados y el otro cayó en un yermo. Cero muertos, cero heridos, nada destruido. Y lo más curioso es que Irán avisó a Estados Unidos y a Qatar lo que iba a hacer, 24 horas antes.

Otro ejemplo: el show del bombardeo de película a las instalaciones nucleares de Irán. Tres monumentales huecos, sin víctimas. Los iraníes habían trasladado previamente la parte sustantiva del programa, y las instalaciones por debajo de 60 metros —la máxima profundidad que alcanzan las bombas lanzadas— aparentemente no sufrieron mayor daño.

Y todo indica que Estados Unidos bombardea como amenaza de involucrarse directamente, para parar el intercambio de misiles entre Israel e Irán, que no tienen frontera común y hay dos mil kilómetros de distancia. Porque el famoso domo o escudo de hierro israelí estaba colapsado y los misiles iraníes estaban causando más daño del esperado en Haifa —principal puerto— y Tel Aviv, y presuntamente habían dejado inoperativas las dos únicas refinerías petroleras que tiene Israel.

 

Ángel Lombardi

MEDIO ORIENTE (2024-2025)

 El conflicto en el Medio Oriente es una tragedia de larga data y va a continuar por muchos años, entre guerras declaradas y no declaradas, treguas y altos al fuego. Todo ello es real, pero en un plazo no previsible, no permite crear una verdadera paz duradera que posibilite una convivencia civilizada entre naciones.

Esta problemática histórica y geopolítica comenzó en 1948 con la creación del Estado de Israel por la ONU y la promesa de la creación de un Estado Palestino, que nunca se ha cumplido. Hoy por hoy, tengo mis dudas de que se pueda cumplir, porque los palestinos están reducidos a dos mínimos territorios: Gaza y Cisjordania, bajo control de Israel.

La oportunidad política racional parece perdida: dos Estados con reconocimiento mutuo y un mundo árabe y persa que también se reconozcan entre sí y con Israel.

Una vez más, la historia crea su propia lógica no racional, sino una lógica de los intereses de cada uno y de las ideologías políticas y religiosas fanáticas de cada bando.

El actual conflicto bélico empezó con el acto terrorista de Hamas en octubre pasado y la feroz reacción israelí, con un gobierno integrado por la llamada derecha y extrema derecha religiosa.

En este contexto se precipitan los acontecimientos: guerra al terrorismo de Hamas y Hezbollah, apertura del frente sirio-libanés, caída del régimen dictatorial de Assad, elección de Trump, involucramiento de Yemen e Irán y, por último, el show de Trump al bombardear instalaciones nucleares de Irán.

Digo "show" porque, debido a la férrea censura militar en los dos bandos, nadie sabe con certeza la eficacia del bombardeo. Trump dice, mentiroso compulsivo, que destruyeron todo. Sus funcionarios militares hablan de serios daños. Por el lado iraní, niegan la destrucción del programa nuclear.

Por otro lado, después de 12 días de intercambio de misiles y la tregua impuesta por Trump, ambas partes se atribuyen la victoria. Cosa absurda y contradictoria, mientras nadie sabe con certeza el daño sufrido respectivamente.

La opinión pública, como siempre, toma partido por uno u otro lado, igual que ciertos gobiernos irresponsables. Pero está claro que, estratégicamente, las grandes potencias no quieren una escalada en la región. Al contrario, están buscando la vía diplomática para que el alto al fuego y la tregua permitan un tiempo de negociaciones para "tranquilizar" la región.

Sigue activo el frente de Gaza, el más trágico y dramático, convertido ya en un problema humanitario. Se calculan 40 mil fallecidos en el lado palestino, la mayoría civiles, de ellos 15 mil niños y 6 mil niños desaparecidos.

Es demasiado, y esto debe parar ya.

 

Ángel Lombardi

jueves, 26 de junio de 2025

LA FALSA "VERDAD"

 En tiempos bélicos y en guerras en desarrollo, se impone, de parte y parte, el secreto militar y la censura más feroz. La propaganda manda y la manipulación de la información. Cada bando elabora su propia narrativa. De allí que, aquellos que no están involucrados directamente en el conflicto, fijamos posición y opinamos sobre información básicamente manipulada y potencialmente falsa. Nuestra opinión se nutre más de nuestras ideas, creencias, ideologías y prejuicios, que de conocimiento y razón, con el agregado de nuestras ignorancias formativas en temas militares, geopolíticos, históricos, etc.

 

En este momento, las dos guerras más visibles son la invasión de Rusia a Ucrania y el conflicto entre Israel e Irán. Ambas guerras son guerras preventivas, según rusos e israelíes. Los primeros quieren una Ucrania neutral, que no ingrese a la OTAN y que no permita en su territorio, posicionamiento nuclear. Algo parecido quiere Israel, que Irán no tenga armas nucleares y un gobierno menos hostil, con respecto al derecho de Israel a existir como Estado-Nacional. A pesar de que esto es así y debería ser condenado por igual, la agresión rusa e israelí, muchos apoyan a uno y rechazan al otro.

 

Más grave aún, es la conducta irresponsable de Estados Unidos, que bombardea directamente a un país, con el cual oficialmente no hay una declaración de guerra. Hasta Hitler, antes de invadir un país, declaraba la guerra. El derecho internacional ha sido negado de raíz, se ha regresado al derecho de la fuerza y los hechos cumplidos. La opinión pública internacional sigue estos hechos, con indiferencia o tomando partido, como si se tratara de un juego entre dos equipos rivales. La tragedia es que mueren millones y la mayoría, civiles. Además de la destrucción del territorio y el sufrimiento correspondiente, de los que tienen que huir y la negación absoluta a millones, de vivir una vida normal.

 

En la HISTORIA algo sabemos sobre la "falsa verdad". Toda la historiografía, la historia escrita, y en particular el relato político e ideológico o "historia oficial" es una gran mentira, construida a posteriori, por los historiadores, aunque hablen de método y objetividad. Se puede llenar una biblioteca con ejemplos. Estudiamos la Guerra de las Galias, en la versión de Julio César, el conquistador de las Galias, el genocida-conquistador, de 8 años de exterminio y destrucción. Si vamos a las llamadas HISTORIAS NACIONALES, el cuento se vuelve epopeya y leyenda, y a los victimarios los llamamos héroes.

 

El mundo está en un re-acomodo de poderes geopolíticos y ello conlleva, caos y violencia, y ninguno de los países en pugna, es inocente, defendiendo sus intereses. Mientras, la "falsa verdad" se impone y cada bando, crea su narrativa.

Ángel Lombardi

DECROPOLÍTICA

En algunos medios franceses se está empezando a usar esta palabra: (dé-kro-po-li-tik) para significar un fenómeno social conductual cada vez más generalizado, en donde muchos van perdiendo interés en la política, dejando de interesarse por ella. Piensan que es una pérdida de tiempo y que todos los políticos son iguales, usualmente corruptos y de malos hábitos, sin credibilidad. Igual piensan de los gobiernos y los gobernantes, no importa el partido, la ideología o el discurso. Todos solo piensan en sus intereses personales, grupales y partidistas, y que los demás no cuentan y mucho menos el bien común.

En la clase política siempre son los mismos, las mismas caras, los mismos nombres, los mismos apellidos, el mismo cogollo, el mismo clan o tribu. Con esta percepción, el ciudadano se "despolitiza". Esto ocurre en sociedades democráticas y en sociedades autoritarias y dictatoriales, porque en estas últimas, además, se agrega el temor y el miedo.

Las personas trasladan su interés a sus asuntos privados, como es obvio, y con las tecnologías y redes al uso, se "informan" de manera fragmentaria y superficial y prefieren el espectáculo y el escándalo y hasta el chisme mediático de la farándula a la política. Se vive con la ilusión de estar informado, saberlo todo y opinar sobre todo, con una ligereza e irresponsabilidad absoluta. La "docta ignorancia" manda y sobre ella el influencer y el demagogo.

El "decropolítico" crea y frecuenta sus particulares espacios de entretenimiento, en donde se puede hablar de todo, menos de política. La política ya no interesa, convencidos muchos de que gane quien gane un proceso electoral, nada cambia, y por la desconfianza creciente sobre los sistemas electorales, con todo ello, se termina "asesinando" a la democracia y se facilita y multiplica la tentación autoritaria.

La decropolítica es una consecuencia directa del desprestigio de la política y del político, y un síntoma grave del retroceso de la democracia en este caos-mundo actual.

Ángel Lombardi