lunes, 13 de agosto de 2007

El país de un solo hombre

La prestigiosa Editorial Mexicana Fondo de Cultura Económica (FCE) ha publicado una obra sobre el dictador mexicano Santa Anna, egolátrico caudillo que arruinó México y fue incapaz de detener el despojo territorial que los norteamericanos estaban acometiendo.
Este tirano fue un azote para su pueblo, una desventura histórica para el mismo; es lo que sucede cuando un individuo asalta el poder y se cree dueño de un país sin otro límite que su voluntad y sin escrúpulos para sacrificar todo y a todos a sus ansias enfermiza de poder vitalicio.
Sus primeras víctimas son sus adversarios políticos pero después les toca el turno a sus propios colaboradores. El tirano no es leal con nada y a todos sacrifica, sólo tolera en su entorno, pusilamines, genuflexos y oportunistas hasta que un día el país reaccione y se demuestre que una sociedad es de todos y no de un solo hombre.
Afortunadamente en el siglo XX, Venezuela evolucionó lo suficiente en el plano económico, social y cultural, como para ubicarse con todo derecho entre las sociedades modernas del mundo, aunque nuestra modernidad sea precaria e insuficiente.
Hoy por hoy, millones de venezolanos, muchos de ellos mujeres y jóvenes no tienen ninguna identificación con este proyecto político anacrónico y autocrático que se nos quiere imponer.