sábado, 24 de octubre de 2009

Descubrimiento o resistencia

Ni lo uno ni lo otro,todas las interpretaciones se relativizan cuando racionalizamos el tema y evitamos las trampas de la subjetividad y de la ideologización y manipulación de la historia. Para los europeos América fue un descubrimiento, historiográficamente estudiado y documentado de manera amplia y suficiente. Para los indígenas, llegados desde Asia miles de años atrás, también fue un descubrimiento a la inversa, de hecho creían que “Los hombres blancos y barbados” eran dioses o demonios venidos del mar y anticipados o profetizados en algunos de sus mitos y leyendas. También los europeos anticiparon las nuevas tierras en sus leyendas y mitos, el propio Colon creía haber llegado al extremo oriente y en algún momento de alucinación y desvarío pretendía haber localizado el antiguo Edén. Los pueblos que se ignoran y desconocen cuando se encuentran se descubren. El otro mito es la “resistencia indígena” ésta fue la excepción y no la regla general, la mayoría de los aborígenes heterogéneos y diversos vivían en conflicto entre ellos y algunos pueblos esclavizaban a otros, como era el caso de los Aztecas e Incas. La América indígena en su mayoría estaba integrada por pueblos pacíficos que fueron sometidos fácilmente por los conquistadores dada la ventaja tecnológica y militar que tenían, como por ejemplo el uso de la pólvora y el caballo totalmente desconocidos en el continente. La mortandad generalizada de la población indígena se debía no tanto a las acciones bélicas como a las enfermedades “importadas” así como a la esclavitud, explotación y trabajos forzados a los que fueron sometidos los aborígenes.

Pareciera ser destino histórico, dominar y resistir cuando los pueblos entran en conflicto pero al final lo importante es el encuentro antropológico y cultural para crear ese gran mestizaje creador que Vasconcelos en el caso americano identificó como la raza cósmica. El problema de la historia no es el pasado, ya que este ocurrió irremediablemente y no puede ser modificado, lo importante es el futuro para evitar los errores del pasado y sustituir algún día los “descubrimientos” y los “desencuentros” por un gran diálogo ecuménico y universal, intercultural e interreligioso para desarrollar una ética del diálogo a nivel mundial como única posibilidad de sobrevivencia y progreso para el género humano.

viernes, 16 de octubre de 2009

Las venas abiertas de Venezuela

El título se inspira en un libro de Eduardo Galeano publicado hace más de 30 años, y recientemente publicitado por Chávez,. La tesis es simple y no totalmente inexacta, la de que muchos de nuestros problemas como sociedades atrasadas o subdesarrolladas tienen que ver con la explotación colonialista e imperialista, y el intercambio desigual e injusto en ello implícito, pero no es toda la verdad. La otra cara de la moneda tiene que ver con las responsabilidades internas, la de nuestra élites y gobiernos que con su impericia y corrupción, envilecieron y entregaron nuestros países a esos intereses externos, depredadores y codiciosos.
Esta es la parte de la historia que siempre se olvida en un acto de absoluta irresponsabilidad histórica. Juan Vicente Gómez, el tirano entregó el petróleo de manera ignominiosa a los extranjeros y a la camarilla de leguleyos y oportunistas que se enriquecieron. Lo mismo hizo el dictador Marcos Pérez Jiménez, que volvió a otorgar concesiones petroleras a las multinacionales.
El país casi siempre ha sido asumido por nuestro gobiernos como un botín y así fue tanto en la llamada cuarta como en la mal llamada quinta república. Las venas siguen abiertas y nos seguimos desangrando y empobreciendo mientras una minoría medra, lucra y se aprovecha, son los logreros y vivos de nuestra historia. Desde fuera se nos quiere seguir explotando y desde adentro siempre hay quien facilite la tarea y de paso se aprovechan.
En los últimos tiempos se ha hablado mucho de soberanía mientras va en aumento nuestra dependencia alimentaria del exterior. Castigamos a la burguesía local mientras creamos otra la boliburguesía y favorecemos los intereses de las burguesías de Argentina, Brasil y España, entre otros. Nuestro comercio internacional nunca más desfavorable a los intereses nacionales además de haber permitido en nuestras fronteras y territorio prospere el narcotráfico y la guerrilla. Enriquecemos a otros mientras empobrecemos a Venezuela, a cambio de un apoyo político internacional que costea la renta petrolera y se hace insostenible en el tiempo. A Bolivia le acabamos de dar 80 millones de dólares para su programa eléctrico, mientras que aquí aumentan los apagones y cada día la producción de electricidad disminuye con respecto a la demanda real.
Es cierto lo de las venas abiertas pero los vampiros, unos son nacionales y otros extranjeros.

viernes, 9 de octubre de 2009

La Ruralización del país

Como en la Camboya de Pol Pot no otra cosa es este extraño socialismo del siglo XXI. El retrotempo, es decir intentar lo imposible, detener el curso de la historia y congelar una sociedad en el tiempo. La predica de lo endógeno es coherente con este propósito, lo importante es el autócrata, líder eterno e infalible, omnisciente y omnipresente, y una masa fanatizada reducidas a un pensamiento único. La represión se ejerce de manera “legal” a través del control de todos los otros poderes. Fue el modelo de Idi Amín en Uganda y el de Gadafi en Libia y en nuestro caribe latinoamericano el exitoso Castro con medio siglo de miedo y atraso.
Nada de esto es marxista ni socialista y tampoco de izquierda, por lo menos en los términos que Marx se planteó el socialismo como la libertad asumida dentro del proceso de liberación del a necesidad y que sólo era posible en las sociedades industrialmente avanzada.
Los regímenes o gobiernos anteriormente citados son profundamente reaccionarios en la medida que niegan la libertad y en nombre de la igualdad generan un empobrecimiento colectivo y general, al mismo tiempo que impulsan una “nueva clase” tal como en su momento lo denunciara M. Djilas identificando la nueva burocracia de partido y de gobierno que iban surgiendo en los llamado regímenes comunistas. Estas seudorevoluciones reaccionarias terminan, sin obreros, sin estudiantes, sin intelectuales, y solo logran sostenerse por la burocracia represiva y el “lumpen”, seres sumidos en la necesidad más extrema, sin conciencia de clase y acostumbrados al asistencialismo mesiánico y con una volubilidad política, que les permite cambiar de ideología y lealtad política de acuerdo a las circunstancias.
En estos regímenes reaccionarios la idea es volver a la aldea, a la comunidad primitiva, o a la comuna campesina, idealizada en la tradición romántica pero cuya realidad siempre ha sido vivir entre la miseria, la ignorancia y la explotación. Esa fue la trampa ideológica del siglo XX, en nombre de un paraíso prometido en el futuro, retrotraernos en la práctica al paraíso original de lo rural idealizado. No hay duda que para los “condenados de la tierra” como los denominaban F. Fanon, o “los de abajo” en el decir de M. Azuela no hay fuerza más movilizadora que la promesa e ilusión de un futuro mejor, promesa que los demagogos y populistas de todos los tiempo han usado para imponer sus largas e inhumanas dictaduras y tiranías.

sábado, 3 de octubre de 2009

Vivir libre o morir

Vivir libre o morir pareciera ser la consigna novedosa y vieja al mismo tiempo, escogida por el valiente grupo estudiantil en huelga de hambre y es que una huelga de hambre en serio es un riesgo cierto y un desafío a la muerte, el máximo sacrificio humano posible y el método de lucha más extremo y eficaz conocido, y es que sin lugar a dudas implica un compromiso moral absoluto y de allí su eficacia. El alcalde metropolitano electo y tantos otros en su momento dieron el ejemplo y ahora este centenar de jóvenes estudiantes que han decidido ofrendarse si fuera el caso para que el país reaccione oportunamente frente a esta amenaza cierta de un poder irracional y totalitario. Las verdaderas luchas históricas solo se ganan desde la moral y la ética y con la fortaleza espiritual necesaria, los ejemplos sobran y ente otros el paradigmático Gandhi, Luther King y Nelson Mandela y tantos otros seres anónimos o poco conocidos que con su martirologio hicieron posible que las buenas causas se impusieran. Estos nietos de la democracia que en buena hora se hicieron presentes, políticamente hablando, en el 2007 y permitieron recuperar la calle, es decir los espacios públicos, para la disidencia, la oposición y el pensamiento crítico en general y que ayudaron en mucho a posibilitar los importantes triunfos electorales del 2D y 23N reaparecen hoy en los espacios públicos con su rebeldía natural al liderizar la vanguardia de la lucha popular y democrática y a fortalecer la esperanza en un país mejor, en libertad y con un alto sentido de justicia social.
Para la filosofía de la historia moderna, la historia no es más que la hazaña o triunfo de la libertad tal como lo dice el filosofo italiano Benedetto Croce haciéndose eco entre otros de la filosofía de Kant y Hegel.
El régimen, empeñado tercamente en su intento de poder absoluto pareciera haber asumido la tristemente célebre consigna “Viva la muerte y muera la inteligencia” del bárbaro fascista español, que a caballo y pistola en mano, profanó el paraninfo de la Universidad de Salamanca. Pareciera ser que la única acción de gobierno en la cual se cree es la represión sin saber o sin terminar de entender que los pueblos también se cansan y que el miedo puede ser vencido y si alguien conoce la lección de vencer el miedo es la juventud indomable que atraviesa la historia con su hambre de futuro y libertad.