jueves, 9 de marzo de 2023

Las primarias opositoras

 

A las primarias opositoras, es de sentido común desearles éxito, por lo menos para quienes creemos que la única solución a nuestra larga y profunda crisis nacional es la derrota del régimen y un cambio radical de las políticas y prácticas políticas que vienen utilizando desde sus propios orígenes golpistas y autoritarios. Ahora bien, ello no implica ignorar las grandes dificultades a vencer hasta el 22 de Octubre de este año 2023, fecha prevista para la elección de la candidata o candidato unitario.
Los candidatos a la vista confrontan no pocas dificultades, unos están inhabilitados, otros tienen prohibición de salida del país y todos están en permanente amenaza dada la arbitrariedad del régimen y el control que tienen de todos los poderes. El G4 muy maltratado después del desfenestramiento de Guaidó y la polémica pública, con descalificaciones mutuas, que acostumbran.
Sigue sin aclararse quienes van a votar en las primarias y si van o no a involucrar al CNE, igualmente existe el riesgo que algunos pre-candidatos al no ver atendidos sus planteamientos, se retiren y no participen.
Igual la preocupación que en el calor de la campaña algunos factores se alejen y que el nivel de pugnacidad se enerve y cree dudas con respecto a si los que pierdan las primarias acepten los resultados. Desde el punto de vista externo, el régimen va a tratar de infiltrar y manipular el proceso y contaminarlo, ayudando a crear más confusión y dispersión, como lo ha venido haciendo con la oposición en general, fragmentándola aún más.


Otro aspecto no menos relevante es la relación con el resto del espectro opositor, que al no verse representado y al no participar en las primarias, buscará sus propios mecanismos de participación para tener candidato o candidatos propios. Visto así, no es difícil vaticinar, por lo menos dos candidatos opositores adicionales. Con dos candidatos de oposición o más el régimen tendría muchas posibilidades de ganar, con la enorme ventaja adicional que da ser gobierno y controlar todos los poderes y al propio CNE. El desafío es grande, pero toca asumirlo. Candidata(o) con credibilidad es importante y un planteamiento al país creíble. El 2024 es una cita histórica que nos obliga a todos.