jueves, 9 de septiembre de 1999

Fin de un Ciclo Historico



El 25 de julio de 1999, con la aplastante victoria chavista en la Constituyente culmina el proceso de la toma del poder por parte de Chávez, iniciado en el ya lejano 4 de febrero de 1992.



         
El camino al poder de Chávez está escrito en los manuales de la teoría política y de las técnicas del golpe de estado. Primero fue la conspiración en los cuarteles de la logia de oficiales. El frustrado golpe del 4 de febrero, y posteriormente la cárcel y después la candidatura exitosa en un escenario de confusión y debilidad de la élite gobernante, hasta el triunfo electoral de diciembre de 1998. El poder siempre tiene nombre y apellido aunque quienes lo ejercen realmente y se benefician de él sean otros, casi siempre, anónimos.




Entramos en la segunda fase del proceso, también de acuerdo al manual: como conservar el poder, que en términos modernos significa simplemente gobernar, es decir, como satisfacer necesidades y expectativas de la gente que en el caso de la población venezolana son muchas, dados los indicadores de pobreza existente y por tratarse de Chávez las expectativas son extremadamente altas, ya que contradiciendo a Maquiavelo las ha alimentado hasta lo imposible. El escritor florentino prudentemente advertía al gobernante que no prometiera demasiado, porqué haciendo bastante, siempre iba a parecer poco, en cambio, prometiendo poco haciendo algo iba a dar la impresión de haber hecho mucho. Chávez estudia el Oráculo del Guerrero y desestima la lectura de El Príncipe. Hay gobernantes que han pagado muy caro esta omisión. Desde el Siglo XXVIII los pueblos exigen a sus gobernantes que les allanen el camino hacia la “felicidad” pública y privada. Hoy hablamos de progreso y desarrollo pero en el fondo es lo mismo.




El reto del Presidente y su Gobierno es la recesión y el empobrecimiento colectivo, con su secuela de inflación, desempleo y desesperanza, si no empieza a revertir esta situación en el próximo año, sus problemas y los nuestros no van a ser pequeños. Nadie quiere el fracaso de un gobierno, pero lamentablemente sabemos que la mayoría de los gobiernos terminan fracasando.

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