miércoles, 29 de abril de 2020

EL MUNDO QUE ERA AYER


No conozco mejor definición de HISTORIA. Nuestra "necesidad" de conocer el pasado, aunque nuestra vida personal y colectiva es un presente-en-movimiento-permanente, lo que obliga a "pensar" en el cambio, es decir, el futuro. En términos humanos, no otra cosa somos. Un "pasado" que nos define. Un "presente" que nos-hace y deshace y un futuro "probable" sobre el cual proyectamos deseos y proyectos, pero que nadie conoce anticipadamente, por lo menos en términos racionales. Sobre este TIEMPO humano se "escribe" la historia (historiografía). En la tradición intelectual del llamado OCCIDENTE hay 6 nombres fundamentales de la historiografía. Hesiodo (para la "versión" mítica y mitológica), Homero (para la versión histórico-literaria), Herodoto (para la versión geográfica y antropológica de la historia). Tucidides, en Grecia, realmente el “primer" historiador que trata de "comprender" la historia "desde la propia historia". Tácito en Roma, en la misma línea de comprensión "historicista" y por último, Polibio, greco-romano que intenta el primero, de una "mirada" universal (?) de la historia, entendiendo por universal el espacio conocido (ecumene) en aquel su tiempo, que se reducía fundamentalmente al mundo helenístico y romano, con sus "periferias" bárbaras (los que no son como nosotros) muy precariamente conocidos y "vistos" más en la perspectiva de "mitos y leyendas". Esta tradición historiográfica tiene un eje "comprensivo-temático" la historia del PODER es decir, la historia de la política; la guerra y sus protagonistas y heroes (?). En el siglo 20 se intentó ampliar esta perspectiva en términos racionales y el desarrollo de las Ciencias Sociales pero a nivel de consciencia histórica colectiva, en todos los pueblos y sociedades y grupos humanos del mundo, la "historia-historiográfica" sigue siendo dominante la historia de "héroes y tumbas", la historia política y militar (en el fondo es lo mismo) la historia del PODER, la historia del conflicto y la violencia en torno a quién prevalece y manda (gobierna) y cuáles son grupos e intereses dominantes, en lo interno de cada país (política y economía-política) y a nivel internacional (geo-política) que desde 1492 en adelante se hizo GLOBAL (economía-mundo). Y en eso estamos en este desafiante comienzo del siglo 21. En la historia de la lucha cainítica por el poder-mundial. Entre el siglo 16 y 20 fueron algunos países europeos en intentarlo, en pugna entre ellos mismos, 5 siglos de guerras incesantes, que culmina en 1945, cuando surgen las dos primeras superpotencias (?) con poder atómico y nuclear: Estados Unidos (USA) y Rusia (URSS) en competencia despiadada por el PODER y la HEGEMONIA. La guerra cambia "de-naturaleza"con la "energía-nuclear" (siempre ha sido así, tecnologías de la destrucción creciente), pero la esencia del conflicto no cambia, la historia cainítica. Ahora se agrega China a la competencia por el "imperio universal" y esto del"coronavirus" es apenas un capítulo inicial de la evolución del conflicto inter-imperial, con"nuevas tecnologías" de guerra, la única "novedad" que no podemos ignorar es que anteriormente, no importa quién ganara, la"historia-seguía", hoy no, en cualquier conflicto, con armas disponibles "nadie” gana y todos perdemos, como humanidad pasamos del canibalismo-cainitico a la "auto-fagia" (devorarnos a nosotros mismos). Antes, de manera cínica la PAZ era definida como “un periodo entre dos guerras", en el siglo 21, si no creamos un mundo (y en cada país) sociedades en convivencia y PAZ, la destrucción generalizada de la CASA-COMÚN será cosa segura y la distopía (la anti-utopia) será progresivamente real. El triunfo de Cain (y ni tiempo habrá para arrepentirse), en términos simbólicos, la figura de Abel representa la agricultura,el trabajo, la convivencia ciudadana, el estado-gobierno para progresar juntos. Una nueva ética se impone, de responsabilidad con TODA LA HUNANIDAD.

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