Llegó el nuevo sheriff, eso fue a decirle a los europeos, Vance vicepresidente norteamericano. Realmente no tan nuevo, ya que estamos hablando de Trump II; eso sí, más arrogante y prepotente que nunca, para mi gusto, muy nazi. Vance fue breve y directo. Nuestra prioridad ya no es Europa, su seguridad es cosa de ustedes y la deben pagar. Rusia no es un enemigo y la guerra de Ucrania debe terminar y eso lo arreglarán directamente entre Trump y Putin. Nuestro interés estratégico geo-político se centra en el Indo-Pacifico y en el desarrollo tecnológico, particularmente la IA y se sobreentiende, nuestra economía, territorios, supremacía militar y primacía indiscutida. Después vino el regaño mayor a los europeos, y les dijo, si tienen problemas, ustedes mismos se los crearon por permitir una ola inmigratoria de ilegales y descontrolada. Cuiden sus democracias, porque no están atendiendo el clamor general de sus ciudadanos, como si lo estamos haciendo nosotros en Estados Unidos.
Un dato relevante de esta visita vice-presidencial, es que
rompe la tradición de que este tipo de discursos de Estado con respecto a los
europeos, lo daba habitualmente el propio presidente o el secretario de Estado.
Un claro acto de menosprecio a Europa, ya ellos no forman parte de las
prioridades geo-políticas norteamericanas, como si lo fueron cuando la
competencia era con la Unión Soviética. Todo esto tiene sentido en función de
los intereses de Estados Unidos y es una lección para Europa, cada uno a lo
suyo, y es parte de la explicación del crecimiento electoral de los llamados
"soberanistas o patriotas" en los diversos países, una versión
actualizada del nacionalismo más rancio y patriotero, algunos lo llaman también
"la nueva derecha" o derecha extrema o movimientos neo-nazis y
neo-fascistas. El mismo fenómeno que llevó a Trump nuevamente a la presidencia,
con su eslogan "primero américa". Si esto Trump lo hace con los
europeos para concentrarse en el desafío chino, qué queda para América Latina y
en particular para las expectativas políticas de muchos venezolanos, ilusos con
el sheriff Trump. En su primer periodo no hizo nada y creo que en este segundo
tampoco va a hacer nada. Nos cuesta entenderlo, pero el régimen venezolano no
vino de Marte ni nadie nos lo impuso, fueron venezolanos quienes lo eligieron y
quienes hoy, habiendo perdido el apoyo popular y la mayoría, lo siguen
sosteniendo son venezolanos, y de "arriba" tanto del sector militar
como burócratas y empresarios. Así que a los demócratas nos toca la tarea y
seguir insistiendo, de manera pacífica y con el voto, aunque el régimen,
mientras pueda, seguirá irrespetando el deseo y la necesidad de la mayoría, por
un cambio político. El cambio, no tiene fecha, no sabemos ni el cuándo ni el cómo,
pero la peor respuesta política sería la estéril abstención o la
"espera" y de pasar algo "extraordinario" nos enteraríamos
al día siguiente.
Ángel Lombardi
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