lunes, 19 de junio de 2006

La revolución bonita

Herbert Marcuse (1898-1979) fue un autor importante para entender la contemporaneidad; especialmente el siglo XX, en los años 60 y 70 era uno de los intelectuales de moda entre la juventud contestaria de la época y casi un profeta de lo por-venir. Sus libros “Eros y Civilización”; “Razón y Revolución”; “El Marxismo soviético” y “El hombre unidimensional” eran textos obligados para aquella generación rebelde e irreverente.
En su libro sobre el “Marxismo Soviético” (1958) dice algunas cosas, a nuestro juicio, aplicables al análisis de lo que viene pasando en Venezuela desde 1999. Para Marcuse, citando a Marx; la transición al socialismo no se decreta ni es automática sino que responde a leyes objetivas del cambio social y que tiene que ver con la libertad del individuo y la liberación de éste de su esclavitud con respecto a sus necesidades y al trabajo alienado.
Por eso en Rusia fracasó la revolución con el colapso de la Unión Soviética en 1989; y es que contrariamente a la teoría, el trabajador soviético cada día era menos libre y menos próspero; lo que a mi juicio está sucediendo en Venezuela; en donde cada día la libertad retrocede y la pobreza aumenta.
Marcuse afirma que “el socialismo soviético en vez de suceder al capitalismo coexiste con él, en vez de superarlo lo imita”. Lo mismo que está pasando en Venezuela; por un lado un lenguaje anticapitalista y antiimperialista y en la práctica nunca como ahora están haciendo tan buenos negocios en Venezuela las tan denostadas multinacionales capitalistas e imperialistas; el lenguaje en esta Venezuela desorientada de hoy; es ruido y sombra y no luz, tal como lo quería el poeta Holderlin.
El socialismo, nos recuerda Marcuse, según Marx era la última etapa del desarrollo industrial y la superación de toda forma de trabajo alienado; en nuestro país el “proyecto socialista” cada vez se está pareciendo más a la experiencia birmana de Pol Pot y su atrasada revolución genocida, rural y endógena, llena de violencia y horror; que tantas víctimas y dolor provocó. El socialismo es cosa seria y respetable, no permitamos que la palabra y las ideas que lo expresan se conviertan en burla y estafa.
Lo real es que tenemos una República militar y una democracia amenazada por una voluntad de poder que lo que quiere es perpetuarse en el mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario