sábado, 24 de julio de 2021

IDEOLOGÍAS, MASA Y PODER

 

La función de las ideologías (Horkheimer) es lo opuesto a la "verdad" de la ciencia. La ideologia "es un saber que no tiene consciencia de su dependencia". Un falso-saber que genera falsa consciencia frente a la realidad. Es el pivote de las creencias sin más. Génesis del fanatismo y causa principal de tiranías, dictaduras y sistemas totalitarios. Sobre esta base se han construido las mitologías de las anacrónicas denominaciones de derechas e izquierdas. Tanto el comunismo, como el nazismo, como el fascismo y todas sus variantes se construyen sobre la oferta mesiánica de un "mundo-mejor" de satisfacción de nuestros deseos y necesidades, un nuevo-mundo-feliz, con su respectivo mesías, llámese Lenin, Stalin, Mao, Hitler, Mussolini, Franco, Idi Amin, Nasser, Saddam Hussein, Khadaffy, Kim Jong, Fidel, Chávez, Ortega, etc.


Masa y Poder (Elías Canetti) seria la identificación concreta de la política en el siglo 20 como la "guerra con otras armas". Todos los citados y otros como ellos, creen en la violencia para acceder al poder y para conservarlo. Tiranos y dictadores no vienen del espacio ni los crea el diablo ni son castigos de dios. Usualmente son personas corrientes, ambiciosos y codiciosos, narcisistas y sin escrúpulos con cualidades muy grandes de manipulación. Craso error llamarlos "líderes carismáticos".

Max Weber utilizó la expresión para explicar y recalcar el efecto cuasi-religioso y de culto que llegan a generar en la muchedumbre. Sus "muletillas" de fanatización se nutren del inconsciente colectivo y las carencias materiales y psíquicas afectivas de la población. Stalin era el "padrecito" de la patria rusa y soviética y guía de su grandeza. Mao, el"gran timonel" y su evangelio era el "libro-rojo" de obligatoria lectura. Khadaffy "el guía" y su "libro verde". Hitler tenía su biblia "Mi Lucha" de obligatoria enseñanza.


El director de cine Ingmar Bergman en su libro autobiográfico: "La linterna mágica" cuenta que fue a la Alemania nazi como estudiante de intercambio por 6 semanas y lo llevaron a un liceo para que oyera una clase, tocaba de religión y el profesor solo habló del libro "Mi Lucha". Todos adoraban a Hitler dice Bergman y el saludo usual en toda ocasión era el saludo nazi. Mussolini prometió a los italianos que volverían a la grandeza del imperio romano y su símbolo"el-fascio" (fascismo) era un símbolo de poder en la antigua Roma. Un dictador, no importa como se denomine, quiere durar para siempre, inclusive más allá de su propia muerte, aspiran a un régimen milenario y dinástico. Herederos de sangre o por designación "he ahí el ungido". La idolatría llega al extremo del "embalsamamiento y sarcófago" (tipo faraón egipcio) expuestos a sus fieles, como sucedió con las "momias" de Lenin y Stalin, en sus cajas cristal en la plaza-roja de Moscú.


El "culto a la personalidad" forma parte del ritual de las tiranías igual que el culto necrofílico y patológico que termina otorgándoles poderes mágicos al líder. A Franco en las procesiones, se le ubicaba bajo "palio" resaltando su imagen como defensor de la fe, la patria y la familia. Otros se asumen como encarnación y símbolos de la nación o del pueblo. Aquí en Venezuela deben recordar cuando Chávez dijo que el ya no se pertenecía a si mismo, que pertenecía al pueblo, que el era el pueblo y que gobernaba el pueblo. Los ejemplos en la historia se multiplican y responde a la vieja tradición del culto a los héroes, tanto en la hagiografía religiosa como política y que en la historiografía ensalzaron Emerson y Carlyle en la tradición de Plutarco y otros muchos historiadores. Al final la conclusión es simple, en los últimos tres siglos, hemos pasado de las monarquías absolutas al autoritarismo y totalitarismo absoluto. Monarcas sin corona pero con la misma pretensión EL-ESTADO-SOY-YO según la frase archirepetida de Luis XIV o YO-EL-SUPREMO, título del libro de Augusto Roa Bastos arquetipo del dictador latinoamericano y sus ilustres antecesores literarios el TIRANOS BANDERAS de Valle Inclán y el SR.PRESIDENTE de Miguel Angel Asturias.


Mucho se ha avanzado en la lucha por la libertad, la democracia y los Derechos Humanos pero las amenazas autoritarias siempre están allí, se puede retroceder, nuestro caso venezolano es emblemático, y la libertad siempre está amenazada, inclusive en sistemas democráticos -consolidados e institucionalizados como el norteamericano-. Trump es un ejemplo, un populista autoritario que intentó subvertir el "sistema" a partir del "miedo" de los WASP (blancos, anglosajones, protestantes). El "muro" aislacionista, fue su símbolo y obtuvo 76 millones de votos.

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