El mismo día que el huracán Katrina castigaba con su furia devastadora las costas norteamericanas del Golfo, especialmente en Alabama, Missisipi y Louisiana, el cable estaba ofreciendo una película ambientada en la zona, concretamente en Biloxi y Gulfport, inspirada en un libro con el mismo título Biloxi Blue. La sorpresa al otro día al leer las noticias es que precisamente el huracán fue particularmente destructivo en Biloxi, Gulfport y New Orleáns.
La película muy norteamericana, forma parte de esa cinematografía exaltadora de la sociedad norteamericana; personajes y anécdotas del modo de vida norteamericano y siempre terminan en un “happy end” como si la tragedia fuera ajena al modo de ser norteamericano, por lo menos esa es la ideología y la cultura oficial en los Estados Unidos; con el huracán Katrina no hubo un final feliz.
A nivel simbólico soy de los que piensan que después del 11 de septiembre y la destrucción de las Torres Gemelas y ahora esta catástrofe, con imágenes tercer mundistas, va a afectar profundamente la conciencia norteamericana y el inconsciente colectivo en el sentido que ya no son el paraíso en la tierra, como ingenuamente llegaron a creer. El miedo definitivamente los ha alcanzado como a cualquier sociedad precaria y vulnerable. El sueño americano convertido en una incipiente pesadilla.
La película muy norteamericana, forma parte de esa cinematografía exaltadora de la sociedad norteamericana; personajes y anécdotas del modo de vida norteamericano y siempre terminan en un “happy end” como si la tragedia fuera ajena al modo de ser norteamericano, por lo menos esa es la ideología y la cultura oficial en los Estados Unidos; con el huracán Katrina no hubo un final feliz.
A nivel simbólico soy de los que piensan que después del 11 de septiembre y la destrucción de las Torres Gemelas y ahora esta catástrofe, con imágenes tercer mundistas, va a afectar profundamente la conciencia norteamericana y el inconsciente colectivo en el sentido que ya no son el paraíso en la tierra, como ingenuamente llegaron a creer. El miedo definitivamente los ha alcanzado como a cualquier sociedad precaria y vulnerable. El sueño americano convertido en una incipiente pesadilla.
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