No se trata de anticipar ni profetizar, pero sí contribuir a una visión estratégica del presente en su dinámica compleja y múltiple, tanto en el corto como en el mediano y largo plazo. Para evitar riesgos innecesarios en el futuro y ayudar en la concientización de la sociedad y en especial de las élites sobre sus responsabilidades históricas es fundamental la lucidez del presente y la planificación y desarrollo de las políticas que hagan “manejable” problemáticas complejas como por ejemplo la “bomba” demográfica, estadísticamente previsible o proyectable así como las otras amenazas recurrentes de tipo ambiental, o la pobreza o la posibilidad irracional de un conflicto nuclear.
Qué lejos se percibe el siglo XX, apenas transcurrido 10 años y todo luce viejo. La memoria del siglo XXI emerge vigorosa y retadora como una necesidad agónica de nuevos paradigmas y nuevos aprendizajes. Inventar o errar decía el maestro Simón Rodríguez y hoy tiene más vigencia que nunca, ya no solo se trata de educar y re-crear un nuevo continente sino de re-educar a toda la humanidad frente a sus múltiples desafíos y riesgos. Es imperativo el sentido profundo de responsabilidad que se deriva del concepto mismo de libertad. Urge el sentido de los límites. No todo está permitido. Se hace imperativo en cada uno el conócete a ti mismo para madurar, cambiar y evolucionar. Hay que aprender a escuchar y olvidar. La generosidad y la solidaridad se aprenden, practicándola. El aprendizaje es permanente y para generar confianza, la serenidad y el equilibrio frente a la propia vida y el entorno es indispensable. No hay otra manera de justificar el tiempo presente.
Historia inmediata, historia del presente, historia reciente, historia actual, son algunos de los términos al uso para significar una de las características de nuestro tiempo que le ha permitido a Edgar Morín proponer la necesidad de desarrollar el pensamiento complejo y la epistemología de la complejidad. “desde nuevas miradas, en clave transdiciplinaria, es también una propuesta por recorrer posibilidades y reparar en obstáculos que conlleva la comprensión de la dimensión histórica de los tiempos presentes en América Latina... a la hora de investigarla y escribirla.
Qué lejos se percibe el siglo XX, apenas transcurrido 10 años y todo luce viejo. La memoria del siglo XXI emerge vigorosa y retadora como una necesidad agónica de nuevos paradigmas y nuevos aprendizajes. Inventar o errar decía el maestro Simón Rodríguez y hoy tiene más vigencia que nunca, ya no solo se trata de educar y re-crear un nuevo continente sino de re-educar a toda la humanidad frente a sus múltiples desafíos y riesgos. Es imperativo el sentido profundo de responsabilidad que se deriva del concepto mismo de libertad. Urge el sentido de los límites. No todo está permitido. Se hace imperativo en cada uno el conócete a ti mismo para madurar, cambiar y evolucionar. Hay que aprender a escuchar y olvidar. La generosidad y la solidaridad se aprenden, practicándola. El aprendizaje es permanente y para generar confianza, la serenidad y el equilibrio frente a la propia vida y el entorno es indispensable. No hay otra manera de justificar el tiempo presente.
Historia inmediata, historia del presente, historia reciente, historia actual, son algunos de los términos al uso para significar una de las características de nuestro tiempo que le ha permitido a Edgar Morín proponer la necesidad de desarrollar el pensamiento complejo y la epistemología de la complejidad. “desde nuevas miradas, en clave transdiciplinaria, es también una propuesta por recorrer posibilidades y reparar en obstáculos que conlleva la comprensión de la dimensión histórica de los tiempos presentes en América Latina... a la hora de investigarla y escribirla.
Atinadas sus reflexiones Profesor, más en estos tiempo en los cuales se quiere hacer de la Historia material canjeable y descartable en pro de ideas y paradigmas que ya están superados o son sencillamente caducos en otras sociedades. La historia debe ser dúctil en el sentido de permitir que de lo anterior podamos extraer enseñanzas y conocimiento que permitan abordar el presente con discernimiento y en pro de metas loables, de logros tangibles a nivel individual y colectivo , pero no debe ser tan maleable como para permitir interpretaciones bizarras que solo sean repetición de errores ya superados.
ResponderEliminarSaludos