Si bien es cierto que las “noticias” normalmente “ocurren” su valoración “mediática” pasa a depender de los propios medios y allí el riesgo de la manipulación interesada y el consiguiente riesgo de manipular a la oposición pública, un ejemplo puede ser el desempeño económico de algunos países, que los medios califican de “milagrosos” así tuvimos, después de la 2da. Guerra Mundial el “milagro” italiano, el “milagro” alemán y posteriormente el “japonés”.
Después se habló de Taiwan y de los pequeños “tigres asiáticos” y en los últimos tiempos de China, India y Brasil.
Sin dejar de ser cierto, estos exitosos desempeños económicos, sospecho que detrás de estas campañas hay intereses políticos, ideológicos y económicos. Y es que el mundo funciona por la economía, aunque no exclusivamente, y es ésta quien dicta las pautas. No es casual que el gran capital internacional dirige buena parte de la dinámica geopolítica y de alguna manera siempre privilegia las oportunidades para maximizar las ganancias o estimular nuevos negocios. Siempre ha sido así y mucho más en la economía- mundo que se desarrolla a partir del siglo XVI. Hoy el gran “mercado” está en Asia y allí se dirige el interés del capitalismo en donde la mano de obra es barata y hay miles de millones de potenciales consumidores. Lo mismo sucede con África y el interés en sus minerales y en América Latina por sus recursos naturales, potencialidades económicas y un mercado potencialmente integrado. Brasil lo ha entendido así y se apresta a jugar su papel de potencia emergente. De allí el entendimiento con Estado Unidos, ya anticipado hace más de 40 años por Henry Kissinger, para cooperar, asociarse y eventualmente competir.
Las “modas” mediáticas nunca son inocentes y siempre buscan negocios. Sólo los simples y los fanáticos promueven alianzas ideológicas para seguir compartiendo las miserias y los fracasos, como por ejemplo ese triste club de asociados al Alba, de “amigos” interesados en la ayuda irresponsable del gobierno venezolano.
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