Toda sociedad tiene su porcentaje inevitable de delincuencia, en particular la espontánea y la impredecible, pero el problema se torna particularmente grave cuando la delincuencia se hace organizada y se convierte en “negocios” como en las clásicas “mafias” que el cine ha popularizado, y como estructura económica altamente lucrativa termina por infiltrar y convertir en cómplices a sectores importantes de los policías, jueces y políticos, inclusive vinculados a los gobiernos locales y nacionales, cuando esto ocurre la situación es sumamente grave y se compromete seriamente el estado de derecho y la seguridad y tranquilidad ciudadana.
Este fenómeno o patología social se da en todas las sociedades modernas, pero golpea fuertemente a las más atrasadas e invertebradas, es lo que ha venido sucediendo en Colombia y en nuestro país, para no ir muy lejos.
En Venezuela, hoy por hoy, la inseguridad se ha convertido en el primer problema nacional, y el Estado aparentemente luce desbordado, indefenso o cómplice.
Al gobierno de turno le toca la principal responsabilidad ¿Se está haciendo lo suficiente?
como siempre,me siento complacida por sus articulos,e identificada con muchas de sus apreciaciones.acerca de "el fracas del estado"me toca muy de cerca,por que nunca habia visto unas circunstancias tan fuertes y a la vez desalentadoras.pero nuestro espiritu de lucha por nuestra democracia es lo que nos permite seguir en pos de un mejor proyecto de nacion.
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