viernes, 23 de julio de 1999

Bolívar: Libertador



El historiador sucumbe a la fascinación del héroe.  En la tradición de Plutarco, Hegel, Emerson y Carlyle, el héroe para Gil Fortoul viene a ser, como dice Roland Barthes comentando a Michelet. .




         En este período, aniquilada más que nunca, parecía la causa republicana.  Los realistas dominaban todo el centro y el occidente.  En las provincias orientales, a la amenaza realista, se sumaban las diferencias y enfrentamientos entre patriotas.  Bermúdez, que ahora obedecía a Bolívar, se enfrentaba a Mariño, siempre díscolo y casi siempre insubordinado a la autoridad del Libertador.  En Margarita, Arismendi no obedecía a nadie y, en los llanos de Apure, Páez campeaba por sus fueros, aunque formalmente obedecía las directrices de Bolívar.  Pero nunca era más grande el Libertador que en las derrotas y dificultades.  No bien regresó a Angostura, el 5 de junio, definió un vasto y ambicioso plan político/militar, desorbitado y aparentemente insensato.  La idea era convocar un Congreso, establecer un gobierno constitucional y, como concluye admirado nuestro Libertador, <  gracia a la dominación española.  Todo se realizó>>.

Bolívar sabe que la política lo condiciona todo; la guerra no es más que política dirimida con las armas.  Igualmente sabe que la propaganda y la información  son  vitales  y  la  necesidad  de  un  periódico   (El  Correo  del

Orinoco).  Se trabaja en todos los frentes: diplomacia, leyes, gobierno, guerra.

         Angostura se ha convertido en el corazón de la patria.  Se reúne el Congreso, Bolívar presente su proyecto de Constitución y pronuncia un discurso.

         Piezas fundamentales de su pensamiento político, tanto el discurso como el proyecto, nos presentan a Bolívar como un doctrinario e ideólogo de las nuevas nacionalidades que se está empeñado en construir.  Hay un gran esfuerzo de pensamiento e imaginación, buscando definir nuestra identidad de pueblo, libre y soberano, dotado del mejor gobierno y del más civilizado sistema de leyes.  Política, gobierno y diplomacia ocupan al Libertador, pero la guerra sigue siendo la primera prioridad.  Se prepara la campaña de Nueva Granada, se realiza el penoso y difícil paso de los Andes, y se triunfa en Boyacá.

         Bolívar tiene apenas 36 años; muchas vidas había conocido y padecido.  Sus lugartenientes también son jóvenes: Soublette tiene 29 años; Santander 28; Anzóategui 30.  El continente sudamericano ve nacer a su nuevo Libertador.

         Nace la Gran Colombia, el 17 de Diciembre de 1819.  El Congreso de Angostura dicta la <>.  Se ratifica en Bogotá el 27 de Febrero de 1820 y la acepta Guayaquil en 1821 y Quito en 1822.



          España, al mismo tiempo, conoce un gobierno liberal que permite pensar, por primera vez en un desenlace pacífico, a la guerra de independencia.  Expresión de esta coyuntura es la nueva actitud del  gobierno

español que se traduce en el armisticio acordado por Bolívar y Morillo y la entrevista de ambos en Santa Ana de Trujillo.

       Durante el armisticio, Maracaibo se declara independiente y se adhiere a la República.  Bolívar, habiendo usufructuado todas las ventajas del armisticio, decide reanudar hostilidades, al no lograrse un acuerdo con los españoles, sobre Maracaibo.  Además estaba convencido que España no reconocería a Colombia, de no mediar el éxito de las armas.


         El 24 de Junio de 1821 se vence en Carabobo.  Venezuela es libre igual que Nueva Granada a partir de Boyacá.  Ha sonado la hora de la Gran Colombia y ya en Cúcuta está sesionando el Congreso para darle un basamento jurídico y un perfil político.  Bolívar está viviendo una de sus horas estelares.

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