El decir veraz es según el pensamiento
clásico griego el secreto de la política, o por lo menos así lo
interpreta y lo entiende y asume el filósofo francés Michel
Foucault (1926-1984). “El coraje de la verdad se había determinado
entonces como lo que da efectividad y autenticidad al juego
democrático”. Es la ética del gobernante lo que hace eficaz a la
política y al gobierno y es lo que quiere expresa Platón con su
rey-filósofo y Confucio con su idea que quien no puede gobernar su
vida no tiene derecho a gobernar la de los demás. El mejor régimen
y el mejor gobierno se posibilita sólo desde la ética. Maquiavelo
tipifica la política al uso pero no tiene razón al reducirla solo a
las pasiones y al interés sin escrúpulos, si esto fuera así nunca
habríamos salido de las cavernas. El gobernante mentiroso y
manipulador de la verdad puede ser exitoso pero es una rémora y un
fracaso para su sociedad. “de hecho, no se trata de determinar una
forma ideal o una mecánica óptima de distribución de los poderes,
sino de destacar que la excelencia política dependerá de la manera
en que los propios actores políticos hayan sabido constituirse como
sujetos éticos”. Saber y poder (es lo que significa la palabra Rey
en el viejo idioma anglosajón: es el que sabe y el que puede). Este
poder legítimo se legitima desde la responsabilidad moral de los
individuos. Dicho esto resulta aberrante e inapropiado este
insoportable sainete o telenovela cubano-venezolana y burla a partir
de la salud presidencial que nos ha negado a los ciudadanos hasta el
elemental y neutro informe médico. El paciente impúdicamente miente
y manipula su propia enfermedad y más allá de las características
de ésta, pretende manipular a todos a partir de un juego mediático
macabro y ofende y manipula en particular a sus propios seguidores
involucrados emocionalmente con el personaje.
La República deja de ser una
responsabilidad, conducida desde la ética y la Constitución y se
convierte en una propiedad del amo del poder configurando un
peligroso vacío de poder y tratando de crear una confusión política
de la cual presuntamente se beneficiaría para seguir en el cargo (ya
no hasta el 2021 sino hasta el 2031), para terminar de configurar una
situación política desde un país extranjero en provecho del mismo
y en desmedro del propio. El llamado primer magistrado
definitivamente pareciera estar incapacitado para el decir veraz base
y fundamento, como ya llevamos dicho, de todo poder útil y gobierno
eficaz.
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