viernes, 26 de junio de 2009

La Política Real (Sobre los partidos Políticos)

Comenzando el año 2005, una de las frases más inteligentes dichas desde la oposición política venezolana, fue la de Julio Borges, cuando de cara al nuevo año identifica el trabajo político a realizar por Primero Justicia como el de insertarse en la Política real, lejos de los hoteles 5 estrellas capitalinos y de los estudios de TV. Era una manera indirecta de reconocer los muchos errores políticos cometidos en los últimos años, con la oposición casi irracional e histérica a Chávez. Se ignoró o se pretendió ignorar la legalidad y la legitimidad de este como Presidente; se le subestimó como líder; se ignoraron sus ventajas políticas y económicas y se cayó en el error garrafal de aceptar sus provocaciones y que la iniciativa y la agenda política siempre la impusiera este. Chávez fue fuerte en la medida que la oposición fue débil e incompetente.
Hoy, algunos sectores de la oposición han empezado a despertar y han descubierto la política real y ello implica meterse en las entrañas del país, en la Venezuela profunda con un planteamiento y un programa verdaderamente alternativo y esperanzador. El reto está lanzado, serán capaces de asumirlo y desarrollarlo?.
No hay democracia sin un sólido sistema de partidos, pero estos deben ir más allá de simples maquinarias organizativas y de propaganda para ganar elecciones, fue el drama de AD y Copei y pudiera ser el drama del MVR. El partido político tiene que estar al nivel de la gente, de sus problemas y necesidades así como de sus sueños y expectativas, es presente y futuro a la vez, con una clara vocación de gobierno.
Igualmente el partido político tiene que tener una clara definición ideológica, doctrinal y programática que exprese el todo social, pero igualmente a cada sector social, económico y cultural de manera orgánica, más allá de la retórica y la demagogia; derecha e izquierda siguen teniendo sentido e implica una definición y un compromiso, en el espectro político ambos sectores existen y se contraponen, pero igualmente deben y pueden convivir, aunque en la política contemporánea el sentido común nos impulsa hacia un centro inteligente como punto de confluencia y equilibrio dinámico como alternativa a los extremos excluyentes.
En Venezuela, los viejos y nuevos partidos políticos se van a recuperar para la democracia y de la mano de los ciudadanos, y no solamente de los militantes, además de la sociedad civil organizada deben definir gobiernos honestos y eficientes al servicio de la Nación, de los Estados y los Municipios.
La articulación sociedad, economía y política debe hacerse en términos modernos y funcionales y en ese sentido los partidos políticos siguen siendo pertinentes, necesarios e importantes.

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