La soberanía reside en el pueblo y este se expresa y la delega (temporalmente y de manera limitada y controlada) a través del sufragio. Este principio tan simple ha marcado la evolución política de la humanidad en los últimos 300 años.
Sólo los regimenes nazí – fascistas niegan la democracia al igual que las actuales satrapias, anacrónicas y totalitarias, como Corea del Norte, Libia, Irán, Siria, Zimbabwe y Cuba, entre otras.
Con
Al respecto un artículo sumamente preocupante y particularmente peligroso es el 136, cuando se propone y dice textualmente:
“El pueblo es el depositario de la soberanía y la ejerce directamente a través del Poder Popular. Este no nace del sufragio ni de elección alguna, sino que nace de la condición de los grupos humanos organizados como base de la población.
El Poder Popular se expresa constituyendo las comunidades, las comunas y el autogobierno de las ciudades, a través de los consejos comunales, los consejos obreros, los consejos campesinos, los consejos estudiantiles y otros entes que señale la ley”.
De aprobarse este principio relativo a la constitución de estos Consejos no electos, la soberanía popular como expresión de la voluntad general y del bien común se cae por su propio peso y es sustituida por unos grupos auto – constituidos y estimulados desde el poder y de hecho convertidos en apéndice de este y en particular de
No hay comentarios:
Publicar un comentario