lunes, 16 de marzo de 2009

El triangulo de los fracasados

Chávez, Correa y Evo Morales han demostrado una incapacidad de gobierno que estoy seguro, pasarán a los libros de historia como sinónimo y ejemplo de fracaso histórico.

Chávez lo tuvo todo para ser exitoso, apoyo popular y dinero; Correa tenía a su favor juventud y un discurso eficaz de corte redencionista y Evo Morales, encarnaba el mito indigenista milenario de la “raza” vencida que retornaba victoriosa al poder.

Los tres tenían la oportunidad, la ocasión, el momento y las circunstancias a su favor; lo tenían todo para ser exitosos políticamente, presidir gobiernos de soluciones y políticas de progreso, pero en vez de mirar hacia delante prefirieron mirar hacia atrás: en vez de convertirse en “contemporáneos del futuro” prefirieron seguir siendo “contemporáneos del pasado”. Uno, albacea y heredero de nuestra tradición cuartelaría y golpista; el otro, expresión cabal de la retórica populista y demagógica, mil veces derrotada en América Latina y el último, un “ladino” simulador, cabalgando las humillaciones y venganzas de nuestros ancestros indígenas. En fin, tres anacronismos históricos, llenos de limitaciones afectivas e intelectuales.

Correa y Chávez, escogieron a las FARC como aliados y pusieron a sus respectivos países a tener por límites a la propia FARC en vez de Colombia, un Estado soberano y de existencia legal reconocida a nivel mundial.

Los tres, antiimperialistas de cartón y utilería; siguen comerciando y en cierta forma dependiendo del imperio USA; mientras se arrodillan y facilitan la tarea expansionista al subimperio brasileño; que por cierto está ampliamente acordado con el otro imperio, como por ejemplo ocurrió con los “biocombustibles”.

Tres anacronismos, tres fracasos históricos, hoy atrapados en la antihistoria; porque al fin de cuenta a un gobernante se le elige para que gobierne y ayude a progresar y vivir mejor a sus pueblos.

Los tres han fracasado como gobernantes; la miseria continúa y la corrupción crece; el resto es retórico y vacío y una enorme amargura y frustración colectiva, por aquello de que quién más promete y crea más expectativa tiende a fracasar estrepitosamente de no lograrlo. En la “antihistoria” no incluí a Cuba ni a Nicaragua; porqué Fidel y Ortega, son demasiados astutos para fracasar; se aprovechan de todos y engañan a casi todos.

Para acceder a la plena modernidad, América Latina definitivamente tiene que aprender a mirar hacia delante, el pasado debe servir para inspirarnos en nuestros propósitos de pueblos, pero no nos puede condicionar. La historia contemporánea vive del futuro más que del pasado. El proceso tecnocientífico y la dinámica de la humanidad nos obliga a la modernidad entendida esta como el triunfo de la “razón” en términos de progreso tecnocientifico y socioeconómico, anclado fuertemente en un sólido humanismo de servicio y fraternidad.

En conclusión Evo se cae y Correa también, por incapacidad gubernamental e inmadurez política de ambos, nuestro presidente sino asume la vía electoral y democrática, asume el mismo riesgo de implosión y derrumbe.

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