En aquel momento el bipartidismo lucia agotado y casi todos anhelábamos un cambio. Chávez fue el que encarnó ese anhelo y esa necesidad colectiva. Nueve años después una minoría sigue creyendo en él; el resto de sus seguidores lo hacen por necesidad y pragmatismo, sin convicción, desean un cambio pero no ven como, y el resto, que es mayoría, se ubica en la “oposición” pero la mayoría de esa mayoría no cree en la “oposición” oficial. Esta apreciación se hizo visible electoralmente, con el 29% que votó por el candidato Rosales y el 25% que se abstuvo.
Recientemente Luís Miquilena, ese joven de 88 años, nos lo volvió a recordar, el proyecto político original que Chávez representó para millones de venezolanos ya no es lo que es, se ha trocado en un proyecto personal de poder, mientras la república sigue inmersa en una crisis que ya lleva muchos años, casi una generación, y cuyos indicadores más visibles sigue siendo la pobreza y el desempleo, la inseguridad y la corrupción y la ineptitud oficial para afrontarlos.
Las “colas” de PDVSA y el “hombre del maletín” son elocuentes al respecto, la corrupción nunca ha cesado en Venezuela y hoy ha crecido más que nunca en la misma proporción que han subido los precios del petróleo.
Chávez, hoy por hoy, ya no engaña a nadie, ha perdido su “magia” de líder carismático y lo que queda es un señor que amenaza, regaña y se impacienta, que lo que quiere es mandar y se cree el “ungido”. Así no se gobierna y mucho menos se hace una revolución o se desarrolla un país.
Nosotros los pusimos nosotros lo quitamos, esto se lo escuché decir al padre Palmar en una entrevista breve en la televisión, hablando de la corrupción en PDVSA; decía el sacerdote que con su “carretilla de denuncias” presentada a
Esta declaración se dió en los mismos días del escándalo de los 800 mil dólares que trataron de ingresar a Argentina de manera clandestina e ilegal, es un hecho que las autoridades de Argentina y los “medios” de allá, destacaron y prestaron la debida atención, contrastando con la actitud de nuestro gobierno a través de algunos de sus ministros , concretamente Maduro, Carreño, Ramírez y el propio presidente con el fiscal incluido que trataron de minimizar el hecho y quitarle importancia, echándole una vez más la culpa a los medios de comunicación.
Más de lo mismo dice la gente, cada vez en mayor número, como si nos empeñáramos a avanzar en círculos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario