El circulo se cierra II

Según una encuesta reciente el 78% de los venezolanos creemos en la democracia, si esto es verdad algo anómalo y muy grave está pasando en nuestra sociedad, ya que un porcentaje importante (alrededor del 40%) siguen apoyando un régimen autocrático y militarista y orientado fuertemente hacia un sistema tiránico. Chávez no oculta sus intenciones y lo proclama en todo momento y lo ratifica recientemente con sus “26 leyes” cuyo contenido y alcance niegan el 2D; violan una vez más la Constitución y permiten controlar no sólo las instituciones, sino la economía y la sociedad. Oigamos al Presidente y después veamos algunos aspectos de las leyes aludidas. “Esta revolución apenas está empezando” y agrega: “porqué toda la vida van a vivir con la revolución, a menos que se vayan del país. Están rodeados por la revolución”. (Aló Presidente del 24-08-08).

Veamos algunos aspectos de las “leyes del gacetazo”, especialmente las que tienen que ver con la economía.

En ellas se establece el trueque y las monedas comunales como una economía alternativa, haciéndonos regresar de un solo golpe el siglo XIX, rural y atrasado. En el siglo XX este sistema lo adoptó la Camboya comunista de Pol Pot, con los resultados trágicos conocidos. Se crean las “Asambleas Agrarias” igual que se habían creados los “Consejos Comunales” como instancias políticas e ideológicas fuertemente manipulables por el régimen. La idea es empobrecernos a la mayoría y con el miedo y el hambre por delante eternizarse el autócrata en el poder. El modelo existe, la Cuba de Fidel, con sus 50 años de dictadura y miseria.

El 23 de noviembre es decisivo en el sentido de frenar este proyecto anacrónico, el país puede recuperar sus posibilidades democráticas si decidimos salir a votar y hacerlo por los candidatos de la oposición democrática y de la propia disidencia chavista por una necesidad de equilibrio político. El reto es recuperar la Patria para la convivencia y el respeto mutuo, en democracia, libertad y oportunidades reales de progreso individual y colectivo.

Los tiempos que se avecinan son difíciles y potencialmente conflictivos, tanto por la situación económica, como por la insatisfacción social creciente. La tentación autoritaria va a estar más presente que nunca, por la misma razón más que nunca tenemos que apostar por la democracia y la libertad.