“Somos Uno, estamos llamados a dar testimonio de la fraternidad universal”.
“Si yo tuviera que dejar una cosa de herencia diría (…) sean una familia”.
Recientemente acaba de fallecer en Roma, Chiara Lubich, (1920-2008), fundadora del Movimiento de los Focolares u Obra de María (como fue aprobada oficialmente por la iglesia en 1962) y figura de primer orden para la iglesia.
Su importancia y proyección, sin lugar a dudas, trasciende al propio catolicismo; ella con su testimonio vida, obra y pensamiento se convierte en una protagonista fundamental de la cultura contemporánea, urgida de diálogo y encuentro. Chiara lo logró con creces en su acercamiento y convivencia con representantes de las principales creencias y religiones del mundo. Profética en su obra, se abrió a un encuentro ecuménico de verdaderos hermanos propulsora como nadie del “espíritu de Asis”. Hizo presencia en el mundo de manera activa y eficaz; inspirando a miles y millones de personas, empezando por los focolarinos y focolarinas, con un amor incondicional, por fidelidad a Dios y a los seres humanos. Su “meditación teológica” y su espiritualidad, se nutre de su experiencia mística de “Jesús abandonado” -ápice del dolor de Cristo que en la cruz grita Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado”, manifestación máxima de su amor por Dios y por los Hombres-, para acceder a la plena humanidad de la condición del hombre habitualmente llena de carencias y miedos, no obstante siempre dispuestos al amor y a la esperanza a través de la redención del crucificado.
En una ocasión Chiara, haciendo referencia al momento de su encuentro definitivo con Dios dijo: “Quisiera que la obra de Maria, al final de los tiempos, cuando, compacta, estará a la espera de presentarse delante de Jesús Abandonado-Resucitado, pueda repetirle, haciendo suyas las palabras del teólogo belga Jacques Leclercq: “…tu día, mi Dios, vendré hacia ti (…) con mi sueño más loco: traerte el mundo entre los brazos”.
Hoy en los umbrales del siglo XXI, su obra nos ilumina, iluminando a la humanidad que enfrenta múltiples retos y desafíos, que sólo desde la “fraternidad” pueden ser asumidos sin sacrificar al propio ser humano.
Todos aquellos interesados a un acercamiento espiritual e intelectual a esta figura cimera de nuestros tiempos pueden tener mayor información a través del sitio
www.focolare.org/es o por los teléfonos:
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