lunes, 16 de julio de 2007

El partido único


Es la otra versión de la tristemente célebre “lista tascón”; aquella denunciaba y excluía, esta inscribe en el partido e incluye, es como una nueva ciudadanía privilegiada, son los ciudadanos de primera, los ciudadanos del régimen, los únicos seleccionables para el servicio público; los únicos “intocables” todos los demás ciudadanos no inscritos en el partido único estarán todo el tiempo bajo sospecha y siempre descalificados como “escuálidos”; “conspiradores”; “desestabilizadores”, en fin enemigos del régimen, como decía el dictador Trujillo, a los “amigos” trujillistas todo; a los otros la “ley” es decir la persecución permanentemente; el hostigamiento atemorizador y aplicarles la “ley” del gobierno de manera arbitraria y abusiva. Así vemos como todos los Poderes se usan para lo mismo, amedrentar y marcar a los “enemigos” del proceso.
Se es culpable simplemente por no haberse inscrito en el partido. Como en los regímenes comunistas, sólo eran y son ciudadanos, los miembros del partido.
El poder opresivo se manifiesta bajo el pretexto de hacer cumplir la ley y para ello todos los poderes e instituciones son útiles: Fiscalía, Seniat, Indecu, Protección del menor, Protección del consumidor, Defensor del pueblo, etc.…
Así se cumple el “milagro” de las dictaduras, en nombre de la ley se niega la ley, ya que la única ley que vale es la ley del Yo, el supremo o el golpe de Estado reiterado y permanente, es decir la negación del estado de derecho.
Mientras el “petrócrata” pueda, así será, pero no será para siempre y es que los pueblos no toleran “pensamiento único” ni “partido único”, como si una sociedad aceptara suicidarse en silencio, evidentemente nuestro pueblo ni es suicida, ni necrofílico, ni cree en el culto a la muerte.

lunes, 9 de julio de 2007

Toda huída es una cobardía


Título sugestivo de una novela que no he leído pero que según su autor, responde a una experiencia personal al abandonar el país después del Caracazo, hecho que le marcó profundamente.
Su testimonio, es uno más de tantos venezolanos que frente a la crisis en curso desde los años 80’, decidieron exiliarse.
No pretendemos juzgar personas ni conductas individuales, cada caso es cada caso, pero como fenómeno sociológico el éxodo masivo de venezolanos hacia el exterior, en especial jóvenes profesionales, nos obliga a la reflexión. Desde el “viernes negro” de 1983 Venezuela no ha conocido palabra más recurrente que la palabra “crisis” pero entendida no como oportunidad sino como amenaza. La “crisis” ha sido un tiempo de irresponsabilidad colectiva y expresión de fuertes limitaciones de nuestra dirigencia.
Como dice el autor de la novela, fue un tiempo desquiciado en donde las “misses” querían ser presidentes; los revolucionarios se hicieron neo-liberales y los militares se creyeron revolucionarios. El triste resultado es esta Venezuela enferma de nuestros días; con su mesianismo militarista y un proyecto autocrático de poder.
No hemos tenido suerte con nuestros dos Presidentes que nos gobernaron durante el “boom” petrolero de los 70’ del siglo pasado y el actual. Qué parecidos Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez Frías; en sus personalidades y ejecutorias. Ambos administraron la “abundancia con criterio de escasez” o mejor falta de sentido común. Se endeudaron, despilfarraron recursos y perdieron oportunidades, además de la corrupción galopante.
La historia no se repite, pero qué parecidas ambas épocas y ambos presidentes.