martes, 1 de mayo de 2018
Años Oscuros
AÑOS OSCUROS. Esta expresión es frecuente en la historiografía universal, tanto que a todo el periodo medieval, casi un milenio, se le calificó de años o tiempos oscuros. Suena exagerado y posiblemente exprese la opinión sesgada de intelectuales no-cristianos, anti-clericales y ateos. Igualmente se usa la expresión de AÑOS OSCUROS para referirse a tiempos de guerras y conflictos y de fuertes, severas y prolongadas crisis económicas y sociales con sus correspondientes inestabilidades políticas. Si la historia es cíclica,los AÑOS OSCUROS son recurrentes; cada país vive de manera particular los tiempos cíclicos de crisis que en el fondo tienden a ser tiempos de cambio. En el caso venezolano, sociedad que disfrutó casi un siglo de estabilidad política, prosperidad y progreso económico,se había olvidado el sentido trágico de la historia.
En nuestra memoria colectiva, existe a nivel inconsciente, en muchos, el rencor y el resentimiento de la esclavitud y la servidumbre de la marginalidad y de la opresión y ello ayuda a explicar la carga de violencia que todavía arrastramos cuando el conflicto social se exacerba. Injusticias y desigualdades económicas y sociales y sistemas políticos cerrados y autoritarios han sido principales características de los llamados períodos oscuros que paradójicamente, a veces, terminan en "auroras" de cambio y progreso, ej: la emancipación.
Efectivamente, la Independencia, como proceso político, tuvo un fuerte impacto negativo en nuestra economía y sociedad, tanto que Bolívar pudo decir que a cambio de la libertad perdimos todo lo demás, a la vista de una nación devastada y empobrecida, post Independencia.
Igualmente nuestro siglo, pródigo en destrucción y violencia, con una guerra civil y una permanente insurgencia política, que nos caracterizó como una sociedad feudalizada y atrasada. Muchos han tenido la tentación de calificar todo nuestro siglo XIX como AÑOS OSCUROS. Para el historiador Manuel Caballero, el gran logro histórico de nuestra sociedad en el siglo XX, fue la paz social y la convivencia política, a pesar de los periodos de dictadura. En 1903, con la derrota militar de los caudillos regionales, se impone la paz de hierro del vencedor. Para otros historiadores, AÑOS OSCUROS son los de la larga dictadura de J.V. Gómez, por la feroz represión y silencio al que fue sometido el país, pero otra vez la paradoja, fueron los años germinales de la Venezuela moderna,y que Caballero recoge en su libro "Gómez: El tirano liberal”.
AÑOS OSCUROS y épocas luminosas, terminan siendo interpretaciones a posteriori,y de acuerdo al punto de vista y opiniones del historiador, pero sin lugar a dudas, son AÑOS OSCUROS para quién los padece y más oscuros serán, mientras más se prolonguen y la destrucción sea mayor.
En Venezuela,hemos vivido una crisis en desarrollo, desde la década de los 80 del siglo pasado, que no termina y cuyo desenlace no se vislumbra. Son casi 40 años de inestabilidad e incertidumbres, mínimo 3 generaciones, de futuro crecientemente incierto. Muchos empobrecidos y emigrando. Si bien hablamos de una crisis de larga duración, que lleva 4 décadas, esta ha sido progresiva. Hay una crisis, cuya responsabilidad política corresponde a la dirigencia del bi-partidismo. Otra etapa, la representa el chavismo (1999-2013) y otra el madurismo (2014-2018).
En pleno desarrollo y padecimiento de la crisis, es poco prudente caracterizarla de manera definitiva y sin conocer el desenlace. Pero para el que la padece y pasa hambre, sufre violencia, tiene que migrar y para la mayoría con futuro incierto, son AÑOS OSCUROS.
"Firmes en el presente"
Prevalece la incertidumbre por la sencilla razón
que estamos en transición del sistema económico y político. En
1945,con un golpe de Estado, se inició el
populismo-estatista-electoral, en su primera fase. En 1958,con otro
golpe de Estado,se inicia la segunda fase (bipardismo). En
1998(fallado el golpe de Estado del 92) por vía electoral se inicia
la tercera fase,con el chavo-madurismo, con la liquidación de la
economía-política petrolera (populismo-estatista-clientelar)
exacerbando sus vicios y el agregado militarista-autoritario. La gran
interrogante es simple ¿tendremos como sociedad, la capacidad
política, para "negociar" una transición democrática por
la vía electoral o será necesario como en el pasado, un acto de
fuerza?.
Tradición
política nacional se inclina por el "acto de fuerza",mucho
más por la presencia totalitaria castro-comunista. El sentido común
y la evolución social de nuestra sociedad nos obligaría a buscar
"soluciones" políticas menos confrontaciónales y más
"dialogadas".El tiempo dirá. Lo cierto es que los
venezolanos, políticamente, tenemos que olvidarnos del siglo 20 y
del 19(sólo aprender de los errores cometidos) y re-inventarnos en
el siglo 21 (más allá de la economía política del petroleo) y
seguir avanzando como sociedad democrática: abierta, plural,
tolerante. La tarea del futuro, le corresponde al presente, el pasado
es válido como identidad pertenencia y tradición y eso forma parte
de la cultura y la historia de una sociedad, es una herencia
sacralizada, pero economía, política y destino personal siempre es
un presente,en"preñez"de futuro; vieja
discusión (en el fondo estéril y bizantina) ¿Para qué sirve la
historia? Cicerón, hace más de 2 mil años, la llamó "maestra
de la vida" desde un punto de vista,tenia razón. Hegel, hace 2
siglos pensó que la historia si algo enseña,es que no enseña nada
o casi nada. Cicerón tenia razón en su tiempo, un tiempo
histórico de un eterno-retorno (Tucídides pensaba que el hombre
siempre se repite a si mismo) Hegel también tenía razón en la
medida que en su época todo cambiaba aceleradamente (Revolución
Industrial) qué diremos hoy en pleno vértigo tecno-científico.
"Firmes
en el Presente" ese es nuestro único tiempo real en términos
existenciales y personales. El reaccionario pretende huir hacia el
pasado y el progresista se evade hacia el futuro, por ello es que
políticamente izquierda y derecha, entran en desuso y coinciden en
el "escapismo". Qué más anacrónico que Bolívar
"vuelve" y el reino de la felicidad "eso es
retórica,discurso para nostálgicos e incautos. Puede ser"
religión", política no es y por consiguiente no es real, no es
historia, en el mejor de los casos, literatura. Cuando Tomas Moro
escribe U-TOPIA (tierra de ninguna parte) lo hace como un humanista
cristiano-renascentista y esas "ideas" de un
"paraíso-perdido” y un “paraíso-recobrado" estaban en
boga por América, recién "descubierta o encontrada" y por
la gran influencia de San Agustín y Santo Tomás. Los europeos
tardaron un siglo en definir y entender,en términos objetivos,lo que
terminó llamándose arbitrariamente AMÉRICA. Pueblos que viven del
pasado,terminan subordinados y marginados (y explotados por élites
internas y por poderes internacionales) Atreverse a ser sociedad
moderna-en-progreso es decisión soberana nuestra, pero para lograrlo
tenemos que convertirnos en una"sociedad del conocimiento".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)