La
política es una ciencia(?) a-típica, tiene principios y reglas,
pero casi nunca se cumple. Su realidad-real es la prevalencia del
ambicioso y del codicioso, con todas sus patologías y cuyos
"méritos" principales son la astucia, la hipocresía y la
falta de escrúpulos. La política es necesaria y amerita una
vocación muy particular, como la del médico, que existe para
garantizar la "buena salud" como principio, pero en
realidad son una consecuencia de las enfermedades. Sin enfermos no
hay médicos. Sin sociedades "enfermas" no harían falta
gobiernos. La política y el político "administran"
carencias: materiales y emocionales de las "masas" (clases
y grupos sociales) sus expectativas de bien-estar y ascenso social
pero igualmente sus miedos y resentimientos. La política ancla en la
economía, su principal ocupación, pero opera como teatro. En un
mundo de fanatismo e intolerancia en una realidad llena de egoísmo y
pre-juicios "monta" el teatro de las promesas y programas y
calma al enfermo, incapaz de ser responsable de si mismo y lo
distrae. Cuando Nietzsche proclamaba la "voluntad de poder"
sintetizaba el principio universal o motor principal de la política:
todos buscamos el poder en todas nuestras relaciones humanas
(microfísica del poder la llamó Foucault) y el cargo mayor para el
ambicioso mayor. Política y gobierno son necesarios pero no hay
mayor aspiración (ciertamente utópica) que algún día merecer no
tener gobiernos, como dice J.L. Borges. La vigencia del Príncipe de
Maquiavelo se explica porque es una "descripción"
anatomo-patólogica del político y la política, del SER de la misma
y no de un DEBER-SER (de esto se ocupa la filosofía política, sus
teorías y utopías).
domingo, 16 de diciembre de 2018
jueves, 6 de diciembre de 2018
Chávez… 20 años después.
Esta es historia
real, como estos interminables 20 años, en donde todo ha pasado y no
ha pasado nada. El "chavismo"es
autoritarismo-populista-castrista, endógeno y criollo. Destructivo y
retro-grado,pero es real y obliga a"entenderlo"en clave
venezolana y en la geo-política global. La renta petrolera,desde
1914-1922, generó en nuestra sociedad cambios sociales y políticos
acelerados, propiciando una modernización desigual, inorgánica y
desinstitucionalizada. Un cambio de mentalidad, más de fachada y
vitrina que de fondo. En todo el siglo XX la reforma política se
ejecuta desde el Estado autocrático (1914/1935) y a partir de 1936
en un proceso de democratización progresiva, especialmente desde
1958. La democracia de partidos, terminó en un bi-partidismo
estéril, desgastado por la corrupción y la falta de reformas. La
respuesta suicida fue elegir al mesías del cuartel y tolerar un
progresivo proyecto autoritario-totalitario. Arruinado el país, por
la corrupción y el populismo, se sigue buscando una salida política
que tarda demasiado. La mayoría desea un cambio que la clase
política no termina de definir, pero el cambio es inevitable. El
peor pronóstico es consolidar un régimen a la cubana. Otra Cuba,es
posible pero poco probable, ningún modelo socio-politico se repite
de manera absoluta, tiempo y lugar son diferentes y Venezuela tiene
particularidades socio-culturales y geo-políticas que permiten ser
optimistas y evitar el "congelamiento" castro-comunista. En
el siglo XX en Venezuela se crearon unas importantes y numerosas
clases medias profesionales, vía renta petrolera y oleadas de
inmigrantes que crearon el país de acelerado urbanismo y mentalidad
moderna de cultura democrática, que han sido la verdadera
resistencia al régimen. El futuro llega si lo buscamos hacia
adelante, en el siglo XXI y en clave global. Estamos demasiado
abrumados por el pasado. Hay que honrar a Bolívar pero hay que
dejarlo descansar. Nuestro monarquismo de República es letal tanto
como el Estado como patrimonio del gobernante. País empobrecido,
maltratado y robado, hoy vive en el desaliento de la incertidumbre,
la huida de la emigración y la prevalencia del pícaro y del
delincuente, pero podemos cambiar y esa es la urgencia y la
prioridad.
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