sábado, 26 de junio de 2021

Una dictadura es cosa seria

 

En la antigua ROMA, que sí sabían de política, leyes, gobiernos y guerras exitosas, cada tanto tiempo, como es "normal" en la historia eran sacudidos por profundas crisis internas de todo tipo y a veces hasta por guerras civiles en la lucha por el poder. En esas difíciles circunstancias y para evitar que se repitieran con frecuencia y no poner en riesgo a la República Senatorial o cuando se sentían amenazados por un peligro exterior, crearon la figura del dictador con plenos poderes para que "controlara" la situación. Pero su mandato, duraba seis meses sin prórroga ni repetición. Sabían lo peligroso de un individuo con todo el poder. Y así sucedió con el golpe de estado de Julio Cesar que obligó al Senado a designarlo dictador-perpetuo. Dos años después, como es sabido, fue asesinado por un grupo de Senadores y con ello estalla la guerra civil entre Marco Antonio y Octavio, disputándose la herencia política de Julio Cesar y el poder, iniciándose así la época romana imperial.


Las dictaduras, en sus diversas formas e ideologías siempre comparten la misma característica, quieren ser "eternas". Dicho esto, para intentar explicarme al referirme a nuestra situación actual. En 1998 la gente que votó por Chávez, en su mayoría creo, no pensaba en lo que vino después. Nuestra sociedad se había acostumbrado a nuestra democracia electoral, imperfecta pero que había permitido 40 años de vida política y social sin grandes sobresaltos. Tanto, que éramos citados como modelo para América Latina y refugio amistoso para muchos que huían de las dictaduras en sus países. Porqué se interrumpe el proceso democrático iniciado en 1958, habrá que analizarlo de manera plural y racional en su momento. El proceso político iniciado en 1999, si bien de origen electoral se fue contaminando de autoritarismo y militarismo en exceso, y pasado el susto del 2002, la entrega progresiva a lo que se ha llamado la "franquicia cubana". Primero la influencia personal de Castro y después el modelo completo "castro-comunista" apuntalado a través de militantes comunistas que rodeaban a Chávez, muchos provenientes de organizaciones de la izquierda comunista venezolana o personas vinculadas. El resto es la agonía de la destrucción y penurias que hemos padecido y padecemos la mayoría de los venezolanos.


Las dictaduras de cualquier tipo indican un fracaso de la sociedad y una derrota colectiva y un retroceso o estancamiento histórico, si tomamos en cuenta lo que se había logrado, en vez de reformar el sistema político democrático, siempre perfectible y en evolución, volvimos a sucumbir a la tentación autoritaria, al presidencialismo y al populismo-mesiánico. El costo ha sido terrible, todos lo sabemos porque lo padecemos, día a día.


Me gustaría pensar que algo hemos aprendido como sociedad, que vale la pena luchar por la democracia, por las oportunidades, por el futuro. Soy tan iluso que hasta quisiera pensar que puedan existir en el régimen algunas personas que vayan entendiendo que el régimen, no importa cuando dure, no tiene futuro y lo trágico es que si dura le está robando el futuro a la mayoría y particularmente a las nuevas generaciones, lo cual es imperdonable.

domingo, 20 de junio de 2021

HISTORIOGRAFÍA DEL SIN-SENTIDO

 

El enfoque ideológico y político de nuestra historia ha creado una especie de incapacidad racional de comprendernos en términos contextuales y más allá de la polémica política del momento. Tres siglos coloniales siguen vistos en la perspectiva de la "leyenda negra"en la antítesis polémica de hispanistas e indigenistas o en la síntesis arbitraria de Vasconcelos al proponer la romántica tesis de la "raza cósmica" precedida por la fabula del "buen salvaje" roussoniano. Se ignora casi por completo -la larga-noche prehispánica de un poblamiento del territorio continental de miles de años, de pueblos diversos y antagónicos. Se idealiza al indígena per-se, como una especie de ser adámico en una arcadia inexistente. Trampa histórica labrada en las fantasías utópicas europeas.

Falsa tierra de "atlantes y patagones" inexistentes. Dorados ilusorios y paraísos perdidos recobrados. Fuentes de la eterna juventud y pueblos del futuro. Leyendas, mitologías e imaginarios que todavía en el presente persisten a pesar de las evidencias y teorías científicas.


AMERICA como nombre es de 1507, un azar de un cartógrafo confundido al tratar de dibujar y representar las precarias noticias que llegaban, a partir de 1492, de unas posibles "tierras nuevas". AMÉRICA como continente definido y descrito científicamente, se va configurando en los siguientes siglos. En el 16-17 y 18 Navegantes, exploradores, misioneros y naturalistas, van haciendo el "inventario" del continente, en términos de cada ciencia.


Con los procesos de emancipación en los siglos 18 y 19 y el nacimiento de las diversas naciones y repúblicas, cada país empieza a identificarse como único y diverso y se desarrollan las respectivas ideas identitarias, nacionales y nacionalistas, fuertemente influenciadas por el romanticismo e historicismo europeo y tiempo después por el positivismo,el liberalismo y el marxismo. Nuestra imagen o supuesta identidad nacional y continental, responde más a unas ideas, ideologías y filosofías especulativas y sesgadas que a un conocimiento científico e histórico. Por ejemplo, el mestizaje, todos somos mestizos, pero cada país, inclusive regiones, lo son de manera diversa y particular. Nuestra historiografía tiende a abusar y subordinarse al presente político con demasiada facilidad y a la moda ideológica de turno. Si hay alguna historia fácil de manipular es la historia política de los caudillos y poderes al mando


Escribir la "vera historia" de nuestros pueblos y sociedades, en términos de la ciencia histórica del siglo 20-21, básicamente sigue siendo tarea por realizar, lo que no significa que ignoremos algunos intentos y esfuerzos que se han venido realizando, en particular, desde la creación de las Escuelas de Historia en nuestras Universidades. La HISTORIA es disciplina exigente, pero sus contenidos son fáciles de manipular.

domingo, 13 de junio de 2021

Vargas Llosa y Perú

 

Esta honesta confesión del escritor, de que el creía conocer su país y no era cierto, permite reflexionar sobre un problema que yo llamo de "esquizofrenia- identitaria" tan propio de nuestra cultura "latinoamericana". Lo que pensamos que es nuestra realidad no trasciende lo más inmediato de cada uno. Nuestra experiencia se reduce a nuestra tribu local o social. El propio país es realmente un discurso SOBRE el país, manipulado y básicamente idealizado o falso. Nuestro pasado, terminó siendo un olvido o una mitología. La fantasía sustituyó a la realidad. Lo que no nos gusta, lo negamos. No aceptamos responsabilidades, ni individuales ni colectivas. Nuestros fracasos los justificamos y su responsabilidad se los atribuimos a otros. Después de dos siglos de Repúblicas independientes (?), las culpas se las seguimos atribuyendo a España. Agregamos después a los gringos. Y a nuestros gobernantes y sectores dominantes, los exculpamos, no importa su conducta delincuencial y latrocinios. El cuento del buen salvaje y del pueblo bueno y virtuoso, es una fantasía de "novelita" romántica. La leyenda de "pueblos jóvenes e inocentes" a quienes les pertenece el futuro por decreto de la naturaleza y de la providencia, son simplezas repetidas, que ignoran la economía-política y la historia real. La pobreza, el hambre y la miseria, no nos gusta hablar de ello. De los muchos delincuentes de "cuello blanco" que han gobernado y gobiernan. De las "fuerzas vivas" o de los muchos "vivos" que se cuelan en nuestras pequeñas oligarquías y burguesías, de nuevos ricos, reciclados e incultos, que llevan dos siglos enriqueciéndose a la sombra del gobierno de turno y si su país entra en dificultad, simplemente lo abandonan a vivir de las rentas. Vargas Llosa, como candidato presidencial, descubrió el Perú profundo, que no era solo Lima ni la historia escolar. Igual pasa en cada país, la capital no es el país, la parte prospera y moderna de cada ciudad, no es el país. El club no es el país, mucho menos la casa de gobierno y menos todavía el cuartel. Mientras sigamos viéndonos "desde arriba e ignorando a los de abajo" seguiremos siendo "repúblicas aéreas" y sociedades atrasadas y pobres. El destino como nación es responsabilidad de cada sociedad y de cada individuo que la constituye. La formula, no hay que inventarla, basta mirar a nuestro alrededor. Como norte, la libertad creadora y la democracia de la convivencia y la solidaridad. Un verdadero Estado de Derecho y Justicia. Derechos Humanos reales y garantizados. Instituciones publicas y privadas autónomas, cuya responsabilidad es frente a la Sociedad y no al gobierno de turno. Una economía moderna, sustentada en el talento, creatividad, preparación,y trabajo con la compensación justa. Una educación para el futuro y en clave global. Incorporarnos plenamente a la revolución tecno-científica. Seguir insistiendo en la retorica de la victimización, y el enojo del rencor y la envidia no nos lleva a ninguna parte,solo nos ancla en el pasado y en las últimas filas.

lunes, 7 de junio de 2021

LA POLÍTICA NO ES UN JUEGO

 

De política todos opinamos y es natural. Algunos la estudian y es necesario. La teoría política es milenaria y su abordaje filosófico y sistemático forma parte importante de la historia del pensamiento. La praxis política es otra cosa, relacionada pero diferente y cuyo oficio ejerce habitualmente el político. Estas precisiones las considero importantes porque cuando opinamos tienden a confundirse. Para comprendernos mejor, utilizo el símil del deporte y el juego. El ajedrez "simula" la guerra igual que un juego "de cualquier deporte" simula "un enfrentamiento”. Cada equipo tiene su "fanaticada" y usualmente los competidores son igual de buenos y nadie sabe quien va a ganar, aunque cada "fanático" piensa que el suyo es el mejor y debe ganar. La gran diferencia, entre política y deporte, es que no importa quien gane o pierda, no afecta la realidad social y política. En política, quien gane o pierda es importante, porque afecta directamente la vida y los intereses de cada uno y de toda la sociedad en su conjunto, inclusive con repercusiones a nivel internacional. Política y deporte "se parecen" en su lógica competitiva pero son de naturaleza diferente. El deporte responde a nuestras necesidades lúdicas, de espectáculo y entretenimiento. La política, es cualquier cosa, menos un juego. A uno puede gustarle o no un deporte y practicar alguno o ninguno y no pasa nada. Pero cuando nos ausentamos o pretendemos estar ausente o ser neutrales en política, ayudamos a crear un vacío o ausencia de ciudadanía. Por allí se nos "cuelan" los malos gobernantes y los malos gobiernos. Igual de peligroso o más son los fanatismos ideológicos, políticos y sectarismos partidistas. Ello significa la posibilidad real de cancelar la política como ejercicio ciudadano plural y democrático y de sistemas abiertos y se nos "cuela" la primitiva y brutal lucha por el poder como hegemonía autoritaria/totalitaria. Creo que esto no lo terminamos de entender. Chavez y su grupo buscaban el poder con un proyecto autoritario militar y devino, por diversas circunstancias, en un proyecto comunista bajo guía y tutelaje castrista. Cuando decimos que Chavez y Maduro han sido pésimos gobernantes estamos usando nuestra lógica ciudadana y democrática, pero para su proyecto de poder longevo, autoritario/totalitario, han sido completamente exitosos mientras conserven el poder y el gobierno como medio de control y riqueza. En la lógica del régimen, intereses y conveniencias está todo lo que ha venido ocurriendo: destrucción económica e institucional, éxodo masivo, anomia social, falta de gasolina y hasta la pandemia les ha resultado beneficiosa. Todo lo que nos obliga a emigrar, nos desalienta y atemoriza les conviene al régimen, hasta la justa queja los beneficia, porque la queja no expresa otra cosa que nuestra indefensión e impotencia. El régimen compite y "juega" rudo en artes marciales y muchos, entre otros algunos políticos y dirigentes, siguen añorando el grato y etílico dominó, en que terminó la política de la época del bipartidismo de AD y Copei. La política siempre es complicada y compleja en cualquier sistema, época y circunstancias y en las nuestras, todo es más difícil. Para no naufragar, la oposición tiene que respetarse entre si y respetar las diversas opciones y decisiones por la sencilla razón que la praxis política como presente absoluto, no tiene un desenlace conocido o anticipado. Solo en el "después" se sabrá quien tuvo éxito y razón.