lunes, 25 de mayo de 2009

El desafío democrático

Las luchas civiles son difíciles por definición ya que se libran con las únicas armas que poseemos, nuestro intelecto y nuestros valores y principios, de allí que las estrategias son diversas y variadas y las acciones estarán determinadas por las circunstancias pero siempre asumiendo una postura cívica y pacífica. Hablar, escribir, discutir, denunciar y votar ese es el camino. No atemorizarse y continuar siempre adelante y si algunos son sacrificados y otros se cansan y algunos hasta traicionan y se venden, siempre habrá muchos para continuar y vencer, estas son luchas de todo un pueblo, no importa el cansancio ni el tiempo. Hay que pensar siempre en procesos largos, difíciles y complejos.
El ciudadano y el pueblo no son conspiradores, quienes traicionan y faltan a sus juramentos son otros. Las tiranías duran porque logran apoderarse del miedo de la gente; Maquiavelo lo sabía y por eso recomendaba al tirano inspirar miedo.
En nuestro caso está el miedo y la “chequera” petrolera; la segunda ya no será suficiente y si uno lee las paredes de las ciudades con sus “graffiti” de “Calle y 350” se da cuenta que tampoco el miedo es el dueño del país.
Rómulo Gallegos nuestro máximo novelista, recientemente desterrado de Miraflores para poner en su lugar el busto del Cabito Cipriano Castro. En su magistral novela “Doña Bárbara” el autor identifica las tierras de Doña Bárbara con el nombre de “Hato El Miedo”, simbolizando así toda una sociedad, una cultura y un país.
La cultura y la civilización siempre terminan derrotado el miedo y la democracia siempre se impone a la tiranía y así ocurrirá en nuestro país; entre otras razones porque no queremos perder el futuro ni la esperanza.
Ser dirigente y líder opositor no es fácil, pero precisamente estas son las circunstancias que califican a los verdaderos líderes con sentido de la Historia. Los “habilidosos” y “maniobreros” están demás, así como los que viven la política como negocio y los oportunistas que siempre sobran. Conciencia de patria hay, mucha gente tiene voluntad de lucha, necesitamos líderes democráticos, no mesías predestinados, que estén dispuestos al ejemplo y al riesgo y que tengan el talento necesario para convocar a un gran diálogo nacional en aras de una patria que a todos necesita.

jueves, 21 de mayo de 2009

Apresurando el camino

Todo indica que el régimen quiere llegar pronto a su objetivo estratégico; implantar el comunismo en Venezuela: con el esquema, la metodología, la ayuda y el ejemplo cubano. Las diversas fases se han venido cumpliendo de una manera precisa y hábil. Primero se ofertó electoralmente un proyecto de cambio democrático y nacionalista, de inspiración bolivariana y el árbol de las tres raíces (en Cuba se legitimó la primera fase de la revolución con la figura de José Martí). Después vino el ambiguo y confuso “Socialismo del siglo XXI” y la amenaza reiterada de que esta es una revolución pacífica pero armada.

La tercera fase, apresurada por las derrotas del 2D y del 23N y aprovechando la coyuntura del 15F, de manera desembozada y abierta se acentúa la represión y las amenazas y se habla abiertamente de transición al socialismo, para seguir confundiendo y no hablar de manera abierta de comunismo.
La cuarta fase que se ha iniciado con la promulgación de diversas leyes, a pesar de la derrota del 2D, que impide legislar en materia sobre la cual la soberanía popular ya se pronunció y que contradicen en el espíritu y en la letra a la Constitución Nacional. De allí que todas estas leyes de los últimos meses son irritas y nulas tales como la ley que despoja de su autoridad y su autonomía a la Alcaldía Mayor, el nuevo ordenamiento territorial, las leyes expropiatorias y la anunciada de la propiedad social, para implantar la dictadura sin máscaras y el comunismo totalitario, a la cubana, sin excusa y sin vuelta atrás, aprovechando una Asamblea Nacional absolutamente incondicional.

Este es el esquema teórico, aunque la realidad puede hacer cambiar los lapsos y el ritmo, pero no el propósito.

El régimen ha sido hábil en la fórmula leninista de dar dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás, cuando ha sido necesario.

La fórmula empleada hasta ahora por Chávez, un político astuto y audaz y que las circunstancias (por ahora) han favorecido, son viejas y eficaces fórmulas de la política: entre otras el divide y prevalecerás; dar dos pasos adelante y uno atrás cuando las circunstancias te obligan y la eficaz fórmula de apelar a los tontos útiles, individuos utilizados temporalmente y desechados cuando sea necesario, Chávez ha sido un maestro al respecto y ahí están los Comandantes Jesús Hernández y Yoel Acosta Chirinos y los Generales Lameda y Baduel entre otros, para sólo referirnos al estamento militar. Todo el que está con Chávez es prescindible el único imprescindible es él.

Las “modas” mediáticas

Si bien es cierto que las “noticias” normalmente “ocurren” su valoración “mediática” pasa a depender de los propios medios y allí el riesgo de la manipulación interesada y el consiguiente riesgo de manipular a la oposición pública, un ejemplo puede ser el desempeño económico de algunos países, que los medios califican de “milagrosos” así tuvimos, después de la 2da. Guerra Mundial el “milagro” italiano, el “milagro” alemán y posteriormente el “japonés”.

Después se habló de Taiwan y de los pequeños “tigres asiáticos” y en los últimos tiempos de China, India y Brasil.

Sin dejar de ser cierto, estos exitosos desempeños económicos, sospecho que detrás de estas campañas hay intereses políticos, ideológicos y económicos. Y es que el mundo funciona por la economía, aunque no exclusivamente, y es ésta quien dicta las pautas. No es casual que el gran capital internacional dirige buena parte de la dinámica geopolítica y de alguna manera siempre privilegia las oportunidades para maximizar las ganancias o estimular nuevos negocios. Siempre ha sido así y mucho más en la economía- mundo que se desarrolla a partir del siglo XVI. Hoy el gran “mercado” está en Asia y allí se dirige el interés del capitalismo en donde la mano de obra es barata y hay miles de millones de potenciales consumidores. Lo mismo sucede con África y el interés en sus minerales y en América Latina por sus recursos naturales, potencialidades económicas y un mercado potencialmente integrado. Brasil lo ha entendido así y se apresta a jugar su papel de potencia emergente. De allí el entendimiento con Estado Unidos, ya anticipado hace más de 40 años por Henry Kissinger, para cooperar, asociarse y eventualmente competir.

Las “modas” mediáticas nunca son inocentes y siempre buscan negocios. Sólo los simples y los fanáticos promueven alianzas ideológicas para seguir compartiendo las miserias y los fracasos, como por ejemplo ese triste club de asociados al Alba, de “amigos” interesados en la ayuda irresponsable del gobierno venezolano.

lunes, 4 de mayo de 2009

La sociedad de Consumo

Una manera mediática y generalizada de identificar nuestra contemporaneidad es asociarla al consumo y su patología: el consumismo. El mercado y la publicidad se han convertido en dos temas fundamentales de nuestra época. Economía y psicología en esta materia se dan la mano, con implicaciones importantes de otras ciencias y disciplinas académicas.
La idea es estudiar la conducta y el comportamiento humano y alentar en él, la propensión al consumo, más allá de las necesidades reales de cada quién. Está estudiado y comprobado que los seres humanos, satisfechas las necesidades básicas, nos orientamos fuertemente al lujo, a lo accesario y a lo superfluo, es la dictadura de las marcas y la publicidad, de lo cuál pierde al usarse, hasta llegar a una manipulación peligrosa de la conducta humana en función de la economía, o mejor en función de productos y artículos, no prioritarios, que satisfacen nuestras vanidades y deseos subalternos.
¿Cuáles son los límites de la publicidad? Es la gran interrogante, no difícil de contestar en términos técnicos, pero si en la práctica, ya que tanto los “productores” como los “consumidores” no estarían muy dispuestos a aceptar límites a su oferta y a su demanda.

Iglesia y política


Se ha vuelto a polemizar con respecto a algunos pronunciamientos que la iglesia ha venido produciendo y, una vez más, se le vuelve a acusar de inmiscuirse en política. Al respecto la respuesta de Monseñor Ubaldo Santana, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, ha sido precisa: la Iglesia no hace política, pero si opina sobre la Política.
En este sentido la carta pastoral de Monseñor Arias Blanco, Arzobispo de Caracas, del 1ro de mayo de 1957, se ha convertido en un documento histórico fundamental asumido, con una reflexión y exhortación oportuna y pertinente, sobre la situación social y política de Venezuela, en un momento particularmente critico, en vísperas de importantes acontecimientos políticos que terminaron con la salida del poder, el 23 de enero de 1958, del dictador Marco Pérez Jiménez.
La Universidad Católica Cecilio Acosta al publicar el documento quiere contribuir no sólo a su oportuna difusión, sino a llamar la atención sobre lo dicho que el combate de un pueblo por su libertad nunca termina y que el proyecto democrático de la sociedad venezolana que lleva largos años en un desarrollo, no terminan de consolidarse, mientras lo sigan amenazando las tentaciones autoritarias y totalitarias, que cada tanto tiempo vuelven a aparecer y amenazarnos.
En los tiempos que corren, crisis e incertidumbre, de amenazas reiterándolas, temores recurrentes y divisiones de todo tipo, este mensaje de Monseñor Arias Blanco, nunca tan oportuno y elocuente.
En estos años de confusión ideológica y política, cuando de manera de manera engañosa se pretende hablar en nombre del pueblo para engañar y esclavizar a ese mismo pueblo, es necesario y urgente recuperar el sentido real de las cosas y no dejarse confundir con un discurso y una retórica, casi 10 años después, cada vez más alejadas de la realidad.
En Venezuela la pobreza continua, si se quiere acrecentada, igual que el desarrollo y la inseguridad personal. La crisis en vivienda y salud es real y creciente. El futuro para millones de jóvenes es cada vez más incierto, precario y lo más grave, la discriminación y exclusión de más de la mitad del país, solamente por pensar diferente a los dueños circunstanciales del poder. El año 57, año de la carta pastoral de Monseñor Arias Blanco, fue la aurora que procedió al amanecer democrático del 23 de enero de 1958, acontecimiento unitario y de reconciliación nacional, hoy nos estimula pensar que Venezuela se está preparando para otro amanecer y otro tiempo democrático, en donde todos los venezolanos participemos, incluidos importantes sectores que han apoyado al actual gobierno, en aras de un proyecto político inclusivos progresista, donde democracia, justicia social, buena comunicación y fraternidad dejen de ser palabras vacías y discursos de ocasión y se conviertan en realidades tangibles, progresivamente conquistadas para todos los venezolanos .

54% - 46%

El candidato Chávez de 1998, derrotando al candidato Salas Römer y después a Arias Cárdenas en el 2000; tenía, sin lugar a dudas, un apoyo electoral mayoritario de un 60% aproximadamente por un 40% de sus opositores.
Después de la crisis del 2002 y 2003, Chávez mantiene un apoyo electoral mayoritario para gobernar pero no para instaurar un régimen personal supraconstitucional.
Así llegamos al 3 de diciembre del 2006 en donde Chávez mantiene una mayoría a pesar del abuso de los recursos públicos del CNE gubernamental y del presunto fraude y vuelve a ganar, pero su mayoría empieza a erosionársele. El candidato opositor obtuvo un 29% de los votos pero un 25% se abstuvo (un grupo importante que no se identifican ni con el gobierno ni con la oposición) lo que nos lleva a afirmar que si bien Chávez conserva una mayoría de un 46% pero no cuenta con una mayoría de un 54% de venezolanos, mayoría silenciosa e inorgánica o políticamente no representada, adecuada y suficientemente, pero que está allí y es claro que no es socialista, ni quiere una dictadura.
En algún momento Chávez se dará cuenta y si no lo hace tendrá que pagar un costo político importante. Por ahora el intento del partido único y la reelección indefinida lo mantienen ocupado, pero en Venezuela el reeleccionismo siempre ha provocado crisis políticas, y éste intento no va a ser la excepción. Chávez tiene derecho a su periodo gubernamental, no tiene derecho a eternizarse en el poder; la teoría política y la cultura democrática moderna no se lo va a permitir y de allí la importancia de esa mayoría de 54%, que a mi juicio es un poco mayor dada las diferencias y disidencias en el propio “chavismo”, de allí que no es descabellado pensar que hoy por hoy el 60%- 40% se invirtió con respecto al 1998 y el 2000.
En una democracia con un régimen de partidos, 46% es un porcentaje importante y permite gobernar, en una sociedad dividida como la nuestra, 46% es una cifra respetable pero minoritaria e insuficiente para gobernar sólo de manera absoluta.

El reino de la estupidez

A mi hija: Lilia Sofía Leticia,
a mi nieta Claudia Sofía

Sandor Márai (1900–1989) escritor húngaro, se suicida en su exilio Norteamericano después de una larga vida atormentada por su siglo. Vivió la 1era y la 2da Guerra Mundial; el nazi - fascismo y el comunismo. Dos libros autobiográficos dan cuenta de sus traumáticas experiencias “Memorias de un burgués” y “Tierra, Tierra”.

Para él, sólo dos patrias son reales la lengua y cultura húngara y el de la libertad, el escritor vivió para ambas, con agonía creativa y fidelidad extrema.

Cuando decide expatriarse definitivamente, fue por la “bolchevización” de su país. Las “nacionalizaciones” fueron los instrumentos de la ruina y control del país: industrias, tierras, servicios, grandes y pequeñas empresas, todo fue estatizado y con ello la libertad de un pueblo fue sometida a la servidumbre soviética. Se pregunta el escritor “que ocurría (y la idea me asustó de verdad) si alguien dijera de repente que todo lo que estaba sucediendo, no sólo era mezquino y cruel, sino también profunda y desesperadamente superfluo y estúpido”.

El fanatismo es estúpido y el mayor peligro siempre han sido las estupideces que lo oscurecen todo.

Creer en las ideas abstractas de utopías ilusorias y en los proyectos personales mesiánicos siempre ha marcado épocas de grandes tragedias y fracasos históricos. En el siglo XX la humanidad los padeció en extremo, allí está el monumental y trágico fracaso del nazi - fascismo con sus campos de exterminio, y un fanatismo y una estupidez cultivada desde un poder ciego e irracional y ni hablar de ese terrible experimento que sacrificó varias generaciones de tantos pueblos y que culminó en el aparatoso fracaso de la Unión Soviética, régimen brutal e inviable que todavía hoy no comprendemos cómo pudo ilusionar y extraviar a tanta gente.

La irracionalidad y la estupidez no pueden ser quienes marquen el futuro de la humanidad y mucho menos en el siglo XXI, ya que algo debimos haber aprendido del siglo XX.

El poder primitivo

En la historia humana las reminiscencias arcaicas son fuertes y recurrentes, es lo que ha sucedido con la presencia y persistencia en el gobierno de muchos países en que personas y personajes absolutamente anacrónicos e inconvenientes se hacen con el poder y tratan de perpetuarse en él, con el apoyo de mucha gente que lo permite y tolera.

En la tradición hispana moderna, es tan recurrente el personaje dictatorial que ha merecido una importante atención de nuestros escritores. De los primeros, Valle Inclán, con su emblemático “Tirano Banderas”. En nuestra América Miguel Ángel Asturias con su “Sr. Presidente” y después otros muchos escritores se dedicaron al tema como Uslar Pietri, Vargas Llosa, García Márquez, Alejo Carpentier y Augusto Roa Vastos con su canónico y consagrado “Yo el Supremo”.

El caudillo es un arcaísmo absoluto de sociedades insuficientementes evolucionadas y fuertemente mineralizadas en su cultura y mentalidad ancestral.

El caudillo en sentido primario, es el proveedor y el protector, en los pueblos recolectores y cazadores. En las sociedades agrícolas se convierte en el acaparador y el distribuidor de los alimentos y en las sociedades más evolucionadas es el que nos “protege”. A cambio de esto, el caudillo es el jefe, que se convierte en monarca.

Nuestros tiranos y dictadores, sólo pueden ser explicados en esta perspectiva antropológica y psico – patológica. Los pueblos poco evolucionados y las sociedades en crisis o “enfermas” tienden a producirlos en abundancia. En Venezuela hemos sido pródigos en caudillos y jefes, la mayoría por no decir todos terminaron enriquecidos y fuera del poder; con la excepción de Juan Vicente Gómez, cuyo fantasma sigue vagando por allí; confiamos que las “luces” del siglo XXI, terminen derrotándolo. No creo que los Venezolanos perdimos totalmente el siglo pasado ni vamos a entrar en el siglo XXI en 1936, como dijera Mariano Picón Salas del siglo XX.