El involucramiento militar ruso en Venezuela es mucho más grave de
lo que la mayoría piensa.
Nuestro espejo es Cuba. Al alinearse
Cuba con Rusia en 1962, en plena Guerra Fría, el continente y el
mundo estuvo al borde de una guerra nuclear. La firmeza de Kennedy y
del gobierno norteamericano obligó a los soviéticos a retroceder.
Pero quedó Cuba como rehén de la URSS.
El conflicto
actual global por la hegemonía mundial entre Estados Unidos y China
incluye a Rusia que gracias a sus armas nucleares y a Putin, el nuevo
Zar, también forma parte de la competencia geopolítica global y
utiliza a sus satélites y aliados a discreción, en este caso Cuba y
Venezuela.
En el continente americano el único país con poder
nuclear es Estados Unidos, este al sentirse amenazado en su espacio,
es lógico que reaccione y lo haga con agresividad. Lo que hace
cualquier potencia o país soberano. Lo que está haciendo Rusia con
Ucrania o China en sus fronteras.
Estados Unidos, como cualquier
país-potencia de verdad, no va a ceder espacios y a tal efecto ya
tiene a la OTAN en Colombia y el control militar del Caribe-Atlántico
es absoluto. FLOTAS II y IV,
COMANDO SUR, PANAMÁ/PUERTO
RICO/ISLAS VIRGENES/GUANTÁNAMO/ETC.
Ni Rusia, ni
China, ni nadie, en este momento tiene capacidad militar para
derrotar militarmente en nuestro continente a los norteamericanos,
pero sí le pueden crear problemas en estos territorios, China por la
vía económica y los Rusos creando inestabilidad política en
nuestros países, estrategía en pleno desarrollo con la llamada
polarización izquierda/derecha, terminología que no comparto, pero
que domina en muestras pugnas políticas internas y a nivel
mediático.
Una Venezuela empobrecida e inestable, con fronteras descontroladas y en desmembramiento territorial le conviene a casi todos menos a nosotros. Allí está el espejo-cubano, una isla-prisión arruinada y una dictadura cruel, senil y decadente. Venezuela Constitucionalmente es un territorio de paz. Las FUERZAS ARMADAS son y deben ser de carácter defensivo, para resguardar el territorio y garantizar nuestra soberanía. La doctrina para países como el nuestro, es el equilibrio geo-político, la paz y relaciones diplomáticas con todos los países.