miércoles, 30 de noviembre de 2005

La Unica y el patrimonio cultural y religioso


El nuevo año 2006 para la Unica es otra vez un tiempo de retos y realizaciones enmarcado en un Proyecto Universitario trascendente y que tiene como norte la pertinencia social y la excelencia académica, el servicio solidario y permanente a nuestra comunidad y a la sociedad en general, a nuestra iglesia y al país; intentamos ser un proyecto estratégico, educativo y cultural y entre nuestros múltiples compromisos y servicios se encuentra el patrimonio cultural y religioso, que en el calendario de este año es el referente gráfico.

Uno y múltiple, así define la antropología al ser humano, múltiple y diferente en su cultura y unico en su unidad psíquica. Todos somos iguales en cuanto seres humanos y diferentes de acuerdo a nuestra pertenencia cultural, una historia y una sociedad nos definen, identidad y cultura se superponen y expresan a cada colectividad, de allí que sea legítimo hablar de una cultura nacional y regional y, en nuestro caso, de una cultura zuliana y si se quiere marabina. Larga es nuestra tradición de pueblo y su expresión mas auténtica es la cultura popular, mezcla creativa, macerada en el tiempo, encuentro creador y violento de progenitores indígenas, africanos y europeos, en un furor genésico de padres/victimarios y madres/víctimas, orfandad original de un pueblo que no termina de arrancarse la soledad del alma. Mestizaje fecundo y laborioso que nunca termina y se plasma en una mentalidad, valores y forma de vida, como respuesta creativa a una geografía, fuerza telúrica que expresa clima y paisaje  y una historia larga de siglos y marcada de cotidianidad, días y trabajos. No hay cultura más real y auténtica que la del pueblo y no hay historia más verdadera que la anónima, la del pueblo trabajador y creador de una vida siempre renovada en la esperanza. La cultura comienza colectiva aunque sus mejores posibilidades se expresen a través de individualidades, pero un verdadero escritor o artista, verdadero creador, solo es grande si puede exclamar como Whitman “contengo multitudes”.

El patrimonio cultural y religioso es de fundamental importancia para la memoria colectiva y afortunadamente la sociedad, el estado y la iglesia están tratando de sumar esfuerzos para protegerlo y preservarlo para disfrute y utilidad tanto del presente como del futuro.




lunes, 7 de noviembre de 2005

Dictadura electoral

Uno de los principios de la democracia, convertido en liturgia o mito democrático, es el acto electoral, olvidándose que el voto y el derecho al voto sólo tienen validez por el respeto al mismo, respeto que tiene que ser absoluto y sin sombra de sospecha. Un poder electoral mediatizado y no confiable, termina invalidando la importancia del voto. En la democracia moderna, en donde todos los regímenes y sistemas de gobierno, se autocalifican de democráticos, más importante que el voto son las garantías que lo rodean, en especial, la posibilidad real de ganarle al gobierno de turno, de lo contrario, estaríamos en presencia de regímenes dictatoriales con simulacros electorales, como en Cuba, Corea del Norte, China, Zimbawe, Egipto, Siria, la extinta Unión Soviética y tantos otros, incluido México. Países de partido único y regímenes cerrados a la disidencia y el pluralismo, descalificaron el acto electoral convirtiéndolo en una parodia con resultados anticipados.
En Zimbawe el dictador Mugabe, designa a dedo a 30 miembros de la Asamblea Nacional y los 55 restantes él los propone al electorado en una lista única, aprobada por el Tribunal Electoral, que a su vez es nombrado por el propio Mugabe.
En Cuba, el partido único con sus candidatos recibe el voto de más del 90% del electorado igual como hacía Saddam Hussein en Irak que se mantenía en el poder con elecciones amañadas y un respaldo forzado de más del 90% del electorado.