lunes, 31 de julio de 2006

¿La Caída?

Todo régimen o sistema de gobierno descansa sobre la pretensión de durar para siempre, pero la historia desmiente esta pretensión: todo lo que sube, cae y particularmente los gobiernos en los tiempos que corren tienden a ser efímeros, bien sea porque se respetan los lapsos constitucionales o porque se iligetimizan y caen. Haití y Bolivia son dos buenos ejemplos recientes.
El presidente ha apuntado que su permanencia en el poder puede ser hasta el 2021 y eventualmente hasta el 2030. No creo que sea así, de hecho las líneas estratégicas de su gobierno se están acortando velozmente.
  1. Si se fuerza una salida electoral sin garantías, se ilegitimiza.
  2. Basta con que el petróleo se estabilice entre 50 y 60$ para que el gobierno empiece a confrontar problemas crecientes de financiamiento y el “chorro” actual se vea comprometido y por consiguiente toda la estructura de gasto, despilfarro y corrupción.
  3. El aislamiento internacional; ni América Latina ni el mundo va a permitir por mucho tiempo esta diplomacia del micrófono y el insulto. Venezuela no tiene capacidad financiera ni política para competir y prevalecer en un juego geopolítico mucho más complejo de lo que piensa nuestro presidente.
  4. Más allá del año electoral; este 2006 y el 2007 se presentan peligrosamente interesantes y fuertemente dinámicos. Estoy seguro que la política no nos va a aburrir y puede depararnos algunas sorpresas.
La historia está en permanente movimiento y ningún sistema político es inmune a ello y nadie escapa a la “lógica” de la historia ni a las fuerzas que la impulsan.

lunes, 24 de julio de 2006

Estalla el mundo

En la dura realidad de la historia el anhelo de paz tiende a convertirse en un sueño romántico o una utopía renacentista.
Otra vez la guerra nos amenaza desde ese minúsculo territorio israelí- palestino; conflicto de larga duración cuya solución racional sería fácil y sencillo a partir del reconocimiento mutuo y el respeto y la colaboración de dos pueblos más cercanos de lo que las apariencias indican.
Israel debe permitir y reconocer un Estado Palestino y los palestinos y los países árabes e islámicos en general reconocer el derecho a existir del Estado de Israel.
Si el conflicto del Medio Oriente no se canaliza de manera adecuada, la tercera guerra mundial deja de ser una profecía aterradora y se convierte en posibilidad real.
Más allá del frente libanés y palestino en este conflicto hay otros intereses fundamentalistas presentes como la geo-política anti israelí del gobierno sirio y del gobierno iraní, cuyo máximo representante ha llegado a negar el holocausto judío en la II guerra mundial y a proclamar la decisión de expulsar a los hebreos de su actual territorio y para ello se quieren convertir en potencia nuclear. La humanidad esto no lo puede ni compartir ni permitir. El hecho que existan países con capacidad nuclear (Estados Unidos, Rusia, China, Inglaterra, Francia, India, Pakistán, Corea del Norte y presuntamente Israel) no es argumento para seguir aumentando este perverso club de la muerte y mucho menos con el argumento del derecho soberano de cada país. En el mundo actual, afortunadamente, el tema de la paz, el desarrollo y el ambiente, dejan de ser temas nacionales y se convierten en asuntos de interés e importancia para toda la humanidad, la apuesta colectiva tiene que ser con la vida y no con la muerte, toda guerra es injusta por definición y esta de Medio Oriente es absolutamente injusta e inconveniente para los intereses de la humanidad.

lunes, 17 de julio de 2006

Ese bello país de la muerte

Tropecé con esta frase recientemente atribuida a un pueblo indígena del Caribe para referirse a la isla de Cuba. Parece ser que en Cuba desde que se conoce históricamente el número de suicidas es muy alto; así fue con los indios; con los africanos; con los criollos y así es en la Cuba “fidelista”. Como en Suecia el aparente paraíso en la tierra asusta y da miedo. Venezuela también forma parte de otra estadística aterradora: la de los homicidios, antigua tradición humana que empezó simbólicamente con Caín y Abel.

En América Latina, México tenía fama de un país de homicidas, pero hoy esta es una característica generalizada y pareciera que Venezuela en los últimos tiempos se ha incorporado con todos los honores a este terrible club.
“Desde 1998 hasta este año (2006) los homicidios han aumentado un 128%, las muertes violentas indeterminadas un 74%, los homicidios con armas de fuego un 36%, los secuestros un 426% y las muertes en enfrentamientos con policías” (la perversa ley de fuga tan nuestra), agravándose esta última cifra en la ciudad de Caracas en un 791%.
Cada media hora muere un venezolano de manera violenta, 44 familias se enlutan a diario y en los últimos 8 años, 100 mil familias han sufrido directamente este flagelo. Casi nunca hay culpables y si los hay no hay sanción o esta es muy leve. Las cárceles, los cuerpos armados y la justicia lenta y cómplice son otros capítulos trágicos de esta agonía nacional.
La violencia no tiene ideología igual que el desempleo, aunque una vez más es el más pobre el que soporta la carga más pesada y a quien más golpea la violencia y el desempleo, estructuralmente relacionados.

lunes, 10 de julio de 2006

El Continente extraviado


En la dura realidad de los hechos y en el lenguaje de la geopolítica, nuestro continente es casi inexistente y su importancia es poco menos que nada, algunas cifras para sustentar lo dicho: apenas representamos el 3% de la innovación tecno-científica; de las 200 mejores universidades del mundo; apenas hay una latinoamericana y en el puesto 195; de las primeras 500 apenas clasifican 14 de nuestras universidades, ninguna venezolana por cierto ni cubana, nuestro subcontinente apenas representa el 4.1% de comercio mundial y el 7.6% del producto bruto mundial. Si no fuera por nuestra poderosa cultura e importante literatura la situación sería acomplejante; el drama es que no tendría que ser así; en términos igualmente geopolíticos nuestro potencial es inmenso en recursos demográficos y naturales en territorio y recursos humanos clasificados; el problema fue y sigue siendo el de nuestras “élites” y gobiernos que siguen asumiendo la gestión pública como asunto privado y negocio al mismo tiempo que nuestros pueblos insisten en equivocarse al elegir a sus gobernantes o su nivel de carencias afectivas y materiales son tan altas que no terminan de desarrollar un proyecto societario democrático; al fallar en la familia y en la sociedad fallamos también en el gobierno y en la economía; ya en el siglo XXI, es urgente revertir esta situación; en el siglo XX algunos pasos se dieron pero no suficientes.

lunes, 3 de julio de 2006

El terrorismo y la Historia


Un principio elemental de la teoría de la historia es el que define el hecho histórico como el hecho o acontecimiento a partir del cual se generan otros hechos o acontecimientos, usualmente, calificados de importantes.
Es lo que está sucediendo con los actos terroristas, especialmente los del 11 de septiembre en Nueva York y los más recientes de Madrid y Londres. El mundo no sólo se prepara a enfrentarlos en términos policiales, sino que están empezando a diseñarse políticas al respecto que asuman el desafío. Por ejemplo, la condonación de la deuda de los 40 países más pobres así como políticas más eficaces para combatir la pobreza y un diálogo intercultural e intereligión más realista y eficaz.
Igualmente, el terrorismo está obligado a repensar muchos conceptos que tienen que ver con los sistemas políticos, la nacionalidad, la inmigración y la cultura.
Por ejemplo, en Suecia, el parlamento acaba de aprobar una propuesta de dos diputados suecos, uno de origen africano y el otro chileno, de que la nacionalidad sueca se otorgue a aquellos extranjeros que aprendan a hablar sueco, ya que se parte de la idea que un extranjero o ciudadano no integrado lingüística y culturalmente a su nueva patria, termina siendo un riesgo potencial a su país de adopción, ya que el “ghetto” y la marginalidad no garantizan la integración y cohesión necesaria de la sociedad. Un poco lo que está ocurriendo en Estados Unidos, Inglaterra y Francia; ciudadanos de primera y segunda generación que no terminan de integrarse ni lingüística, ni culturalmente y por ende socialmente, creando así un país potencialmente invertebrado y eventualmente confrontado.
El multi culturalismo que es una evidente riqueza antropológica pudiera terminar siendo una amenaza. La discusión apenas empieza en esta “Nueva Historia” que marca el comienzo de la nueva cultura y el nuevo milenio.