Todo régimen o sistema de gobierno descansa sobre la pretensión de durar para siempre, pero la historia desmiente esta pretensión: todo lo que sube, cae y particularmente los gobiernos en los tiempos que corren tienden a ser efímeros, bien sea porque se respetan los lapsos constitucionales o porque se iligetimizan y caen. Haití y Bolivia son dos buenos ejemplos recientes.
El presidente ha apuntado que su permanencia en el poder puede ser hasta el 2021 y eventualmente hasta el 2030. No creo que sea así, de hecho las líneas estratégicas de su gobierno se están acortando velozmente.
- Si se fuerza una salida electoral sin garantías, se ilegitimiza.
- Basta con que el petróleo se estabilice entre 50 y 60$ para que el gobierno empiece a confrontar problemas crecientes de financiamiento y el “chorro” actual se vea comprometido y por consiguiente toda la estructura de gasto, despilfarro y corrupción.
- El aislamiento internacional; ni América Latina ni el mundo va a permitir por mucho tiempo esta diplomacia del micrófono y el insulto. Venezuela no tiene capacidad financiera ni política para competir y prevalecer en un juego geopolítico mucho más complejo de lo que piensa nuestro presidente.
- Más allá del año electoral; este 2006 y el 2007 se presentan peligrosamente interesantes y fuertemente dinámicos. Estoy seguro que la política no nos va a aburrir y puede depararnos algunas sorpresas.
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