jueves, 9 de mayo de 2013

Indignos o indignados


Los seres humanos necesariamente tenemos que ser individualizados y personalizados, en toda circunstancia por el hecho cierto de ser poseedores de dignidad y libertad, lo que implica a su vez que todo ser humano es responsable de sus actos. En consecuencia toda conducta colectiva no implica eximir de responsabilidad a sus participantes. Esto viene al caso, cuando toda una sociedad o parte importante de ella se extravía y asume conductas cómplices, tanto porque participa, como porque calla. Es lo que pasó en la Italia fascista y en la Alemania nacionalsocialista, así como en la Rusia bolchevique y en la España franquista. Igualmente indigna, fue la conducta de muchos franceses frente a la invasión nazi, conducta indigna que todavía hoy avergüenza a la nación francesa.
Aquí en América Latina también ha sido relativamente frecuente el silencio cómplice o la participación inescrupulosa de muchas personas que por interés, cálculo o miedo terminan avalando dictaduras y gobiernos corruptos e inescrupulosos. Así fue en la Argentina de Videla y el Chile de Pinochet; igualmente en las feroces dictaduras militares brasileña y uruguaya, así como muchas otras que siguen avergonzando al continente. Otro buen ejemplo es la tiranía cubana de más de medio siglo, que no habla muy bien de un pueblo, por lo menos de una parte de él, que pareciera haberse acostumbrado a la complicidad y a la servidumbre.
De allí el título de este artículo ¿Indignos o indignados?. En el mundo actual la respuesta que se ha venido imponiendo afortunadamente es la de los llamados “indignados”, que han logrado que en los últimos treinta años el mundo pasara de más de setenta dictaduras a menos de cuarenta. El ejemplo más reciente lo tenemos en el Medio Oriente, cuando la indignación de millones de personas acabó con las tiranías y dictaduras longevas de esa parte del mundo. Igualmente en algunos países europeos millones de personas se lanzaron a las calles y plazas para protestar por la corrupción e insensibilidad de malos gobiernos y políticos corruptos. La idea no es recurrir a la violencia irracional de las “masas” pero sí a la presencia activa de la gente en la vía pública, en el ejercicio pleno de su ciudadanía civil, participando y protestando pacífica y legalmente como expresión de su “indignación”.
La experiencia histórica demuestra que siempre son las cobardías morales y las complicidades de muchos, las que generan tiranos y tiranías, dictadores y dictaduras. Las “mayorías” no siempre tienen razón; al contrario en tiempos de crisis, casi siempre, se equivocan. Muchos por interés y casi todos por temor. El miedo a la libertad también forma parte de la historia de la humanidad.

domingo, 5 de mayo de 2013

El balance del mundo (2012-2013)


Los procesos históricos en un mundo globalizado son complejos y contradictorios. Muchos procesos y acontecimientos son previsibles pero igualmente existen los imponderables que volatilizan cualquier predicción. No existe una ciencia del futuro, pero sí es posible intentar identificar hechos y tendencias y en algunos casos anticipar, como por ejemplo, en los fenómenos meteorológicos aunque en el campo humano, como ya hemos dicho, lo imprevisto e impredecible están siempre presentes.

En el año 2013, se van a producir cambios políticos importantes en algunos países, como la nueva jefatura china. Las elecciones legislativa en la India, países que por su tamaño e importancia tienen una gran influencia en el mundo. La incorporación de Croacia como estado número 28 en la comunidad europea pero quizás la elección políticamente más importante es la del nuevo gobierno en Irán. Elección clave en una región altamente volátil y que de sus resultados prácticamente pudiera depender la paz o un gran conflicto armado en la región con repercusiones mundiales.

Igualmente las elecciones legislativas en Alemania pueden ser decisivas en cuanto al manejo de la crisis europea, por el papel protagónico que juega Alemania en esta comunidad de naciones.

La elección del nuevo papa también marca una noticia importante por las características del mismo, latinoamericano, jesuíta y la adopción del nombre: Francesco.

La economía mundial tiende a recuperarse y las proyecciones de crecimiento económico son las siguientes: 5.8% en los llamados países emergentes (BRIC). Un 3.5% como promedio mundial, y apenas un 1.6% en los llamados países desarrollados. Asia crecerá un 6.4%, sin Japón que apenas lo hará en un 1.2%. África Subsahariana un 4.8%. África del Norte y Medio Oriente 3.8%. América del Sur 3.9%. América del Norte 2.2%. Europa Occidental 0.3% y Europa Oriental 2.9%. Estas cifras en términos macrohistóricos y de mantenerse estas tendencias a largo plazo indicarían que el mundo está buscando un mayor equilibrio económico, lo cual es francamente positivo para la paz mundial. Como se viene diciendo en los últimos 40 años, vivimos en un mundo multipolar en donde la dinámica geopolítica fundamental estaría determinada por EEUU y China, que comparten intereses crecientes lo que pudiera hacer pensar en una paz mundial en las próximas décadas sin descartar importantes y graves conflictos regionales. Zonas de conflicto las hay y vienen del pasado inmediato, los más ruidosos y peligrosos se ubican en Medio Oriente y Norte de África y es fácilmente proyectable un aumento de las tensiones en la región, especialmente a nivel político por el conflicto abierto entre los diversos proyectos democráticos modernizadores y el fundamentalismo antioccidental. El mundo va a seguir siendo peligroso aunque luce en el corto plazo que la mayoría de los países y bloques van a privilegiar los negocios y la economía y evitar en los posible la confrontación.

En esta visión global y con una América Latina en franco crecimiento económico y desarrollo del proyecto democrático, Venezuela luce como una anomalía, con una economía destrozada, una sociedad dividida y un proyecto político anacrónico e inviable.