domingo, 27 de diciembre de 2009

Lo importante parece no serlo

Definitivamente en Venezuela somos ingenuos, en la crónica mediática la noticia más resaltante pareciera ser el escándalo bancario, donde el gobierno y la boliburguesía están involucrados, pero mientras esto sucede pasan desapercibidas otras noticias que a mi juicio tienen la máxima importancia política como lo son la aparentemente rutinaria promoción de 3 Generales de División a Mayores Generales, totalmente fuera de las fechas que para estos casos se estilan y que “casualmente” el ascenso tiene que ver con militares en puestos claves como son los servicios de inteligencia y comando en las zonas fronterizas. Igualmente se procede al cambio de nombre de la policía política o como dice Domingo Alberto Rangel de la policía del presidente, y se somete a una reorganización total bajo la asesoría cubana, mientras que al mismo tiempo se crea una policía nacional identificada ideológicamente con el régimen y si a eso agregamos la insistencia de importantes representantes del poder público de que el Estado tiene que ser uno indivisible todo coincide en la dirección de que el régimen se apresta a enfrentar el difícil 2010 con decisiones que apuntan más hacia la represión que a la conciliación y al diálogo.
Agréguese la “rojización” definitiva del Consejo Nacional Electoral para pensar en términos del lenguaje presidencial, que todo ello conduce al “apresto de combate” para el 2010, con una mayoría crecientemente descontenta, una oposición fortalecida y una crisis económica como dice Maza Zavala, que no anuncia nada bueno y muy comprometedora para el gobierno.
Todo apunta a una escalada represiva para neutralizar las fuerzas adversas y “blindar” a un régimen agotado y acosado, desde adentro y desde afuera . Lo de los bancos boliburgueses, sin dejar de ser importante, en esta perspectiva general, termina siendo secundario, apenas la punta del iceberg y es la versión venezolana de los Ochoa cubanos, que utilizados por el régimen, después fueron desechados por este.
En Venezuela pareciera gobernar Fidel “ese mounstruo de la estrategia perfecta” como le gusta decir al presidente, citado recientemente por Elizabeth Burgos.
Dos conclusiones saco de todo esto, que la maldad es longeva y en el “proceso” todos son prescindibles menos el hiperlider.

Lenguaje y Política

Proteger el lenguaje es proteger la razón y respetar la realidad es muestra de sentido común. Digan lo que digan el Chacal es un terrorista internacional, merecidamente preso al igual que Idi Amin, el cual no fue un héroe sino un opresor genocida de su pueblo, de infausta memoria y merecido olvido.
El pasado puede ser manipulado pero no cambiado. El imperialismo es real y la burguesía plutocrática, no importa su nacionalidad, es codiciosa y despiadada.
EEUU es un poder imperial, pero igualmente lo es Rusia para los países vecinos y China para el Tibet, Butan y Nepal respectivamente, así como Brasil aspira serlo ya sin disimulo.
El antimperialismo como discurso retórico y posición ideológica acomodaticia, no puede esconder el hecho cierto de que le seguimos vendiendo petróleo al imperio y haciendo buenos negocios con él.
Digan lo que digan, él no es el pueblo, ni lo representa, ni lo puede sustituir más allá de una representación electoral coyuntural. Digan lo que digan, no es verdad que el país ha cambiado, la inseguridad, la corrupción, la inflación, el desempleo y el deterioro de los servicios expresan lo contrario.
La alienación ideológica y el interés clientelar así como el pragmatismo político no pueden prevalecer sobre el sentido común, el interés general y la política, como un servicio ético, coherente, con los valores y los derechos humanos.
La realidad es lo que es y nunca es, lo que desde el poder se nos dice que es. Un corrupto es un corrupto, no importa su ideología ni su filiación política. Un gobierno ineficiente es un gobierno ineficiente, y un gobernante inhábil y aventurero, termina comprometiendo los mejores intereses del país.
Digan lo que digan, la división de los poderes y la autonomía de los mismo es imprescindible para el modelo democrático y no hay una democracia abierta y protagónica si todo se subordina a un solo hombre. Digan lo que digan el futuro de una nación no puede descansar sobre la prédica del odio y la violencia, ni en la división de un pueblo en dos bandos y es un error peligroso confundir la política con la guerra. La guerra es para destruir, la política es para construir concertando voluntades, equilibrando intereses y siempre al servicio de una nación sin distingos de ninguna naturaleza.

Literatura y realidad

Toda verdadera literatura dice J.M Coetze (Premio Nobel 2003) “Es un manual de historia, pero de tipo fantástico, con su propia verdad, esa clase de verdad en la que pensaba Aristóteles cuando decía que la poesía es más verdadera que la Historia; más verdadera debido a su poder para condensar y representar lo múltiple en lo típico”.
Churchill decía que para conocer la literatura de Inglaterra había que leer a Shakespeare. Un grupo de intelectuales acaban de asumir que para conocer a América Latina hay que leer “Cien años de soledad”, 1967 de Gabriel García Márquez, “Pedro Páramo” 1965, de Juan Rulfo. “Las venas abiertas de América Latina” 1971, de Eduardo Galeano. “El Laberinto de la soledad”, 1950 de Octavio Paz y “Conversación de la Catedral”, 1969 de Mario Vargas Llosa. Como toda lista, es discutible e incompleta y termina siendo excluyente, y así se deja a tantos otros autores y libros que expresan nuestro continente con la misma intensidad y pertinencia que los autores antes citados.
Argentina sin Sarmiento, J. L. Borges, Sábato y Cortazar sería un enigma. Perú sin Garcilaso Inca de la Vega, Ricardo Palma y el propio Vargas Llosa con su otros libros, se nos escaparía en su comprensión. Para entender a Venezuela es imprecindible Rómulo Gallegos con su galería de personajes tipológicos. Es decir que cuando abrimos la mente y no nos dejamos condicionar por ningún pre-juicio y mucho menos por condicionantes ideológico-políticos la lista se nos vuelve casi infinita, y si aplicamos la tesis de la identidad como literatura, al final más que la América Latina real nos queda el continente mítico y extraordinario que somos, de allí que García Márquez acertó al inventar Macondo siguiendo el ejemplo de William Faulkner con su nebuloso e irreal Yoknapatawpha, todos pueblos imaginarios, más reales que cualquier realidad y es que como dice el escritor italiano Chesare Pavese (1908-1950) “Necesitamos un pueblo, aunque solo sea por las ganas de marcharnos. Ser de un pueblo quiere decir no estar solo, saber que en la gente, en las plantas, en la tierra hay algo tuyo que inclusive cuando no estás sigue esperándote”. La historia siempre es insuficiente para comprender lo real, de allí la literatura tan necesaria con sus imprescindibles “mentiras-verdaderas”.

domingo, 6 de diciembre de 2009

¿Se equivoca Brasil?

El respeto y la admiración por Brasil es casi unánime en Américalatina, a pesar de la ignorancia generalizada sobre este vasto y complejo país. Particularmente en los últimos años Brasil se ha ido haciendo visible en la geopolítica mundial como una de las economías emergentes más prometedoras, y con Fernando Enrique Cardozo y Lula, los dos últimos presidentes, estos se han convertido en referencia de gobiernos serios y sensatos, de allí que llama la atención algunos hechos disonantes de los últimos tiempos como es el involucramiento exagerado en Honduras, especialmente si tomamos en cuenta la tradición cautelosa y prudente de una Cancillería tan profesional como Itamaraty. La única explicación que se me ocurre es la tentación del protagonismo imperial de un país que nunca ha ocultado esta vocación.
Lo mismo ocurre en su imprudente acercamiento a Irán, por una lado demostrarle a EEUU su independencia diplomática y por el otro complacer a Chávez que le ha facilitado tantos buenos negocios en Venezuela y también, porqué no, el deseo a mediano plazo, de ellos también convertirse en potencia nuclear. De lograrlo Irán, Brasil también lo intentaría en aras de ser una de las potencias emergentes del siglo XXI. “imperialismo brasileño” que está tan presente en sus orígenes como en su historia. Brasil se sabe importante pero nunca podrá aspirar a ser una verdadera potencia sino entra al selecto club nuclear. Todas las proyecciones apuntan en esa dirección, su importante presencia en la economía latinoamericana, su creciente presencia comercial y influencia en África, y su acercamiento intenso al resto del mundo. Ya en la década de los setenta del siglo pasado, el entonces secretario de estado norteamericano, Henry Kissinger, avizoraba esta realidad, cuando afirmaba que en el próximo futuro los EEUU no necesitaría otro interlocutor para los asuntos sudamericanos que Brasil, ya que en la dirección en que este iría, iría el resto de las economías latinoamericanas y así ha sucedido y está sucediendo.
En la geopolítica contemporánea el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) ya es un referente obligado en los negocios y en la política del mundo, y los EEUU lo ha entendido tan bien, que ya ha decidido escoger a sus interlocutores, que no son otros que Rusia y los europeos en materia nuclear, China en materia comercial y militar y por lo ya dicho, Brasil.