miércoles, 16 de octubre de 2024

14 de octubre de 1492

 

Cada 12 de octubre se repite la estéril discusión ideológica y política de si fue un descubrimiento, un encuentro, una resistencia, etc. Cada quién con su " verdad-particular”, con su punto de vista, con su razonamiento y explicación. Aquí se cumple aquello de: mi verdad, la tuya, la verdadera. Pero en la historia no hay verdad- verdadera, porqué historiográficamente, es decir, en la historia escrita, todo, absolutamente todo es una interpretación del historiador y sus lectores y siempre desde el presente de cada uno. Es lo que podemos llamar anacronismo histórico:  la pretensión de conocer el pasado desde un presente siempre diferente, con ideas y mentalidades diferentes. Se puede ser "objetivo" filológicamente sobre la palabra y el dato estadístico. Colón existió y navegó con tres carabelas, salió de tal puerto y con tantos tripulantes, etc. En ese sentido la historia tiene validez empírica gracias al documento y cosas y objetos en general, comprobados y verificables, pero cuando la base de explicación y comprensión es un testimonio, la subjetividad personal prevalece, así como los intereses dominantes en los "intérpretes". Así es como el 12 de octubre de 1492 terminó siendo una discusión de "tesis" y de ideologías contrapuestas más propias de la confrontación política del presente que un intento de comprensión.

Descubrimiento, Resistencia, Encuentro y, porqué no agregar, Mundialización del comercio o primera Globalización en términos de abarcar por primera vez toda la Tierra; es a partir de este viaje de Colón que la humanidad empieza a conocer, comprender y representarse cartográficamente como habitante humano del planeta Tierra y en ese proceso estamos. Un mundo uno y diverso, que comercia entre sí, pero que también se hostiliza y hace la guerra.

 

Ángel Lombardi

jueves, 3 de octubre de 2024

LA INCONVENIENCIA DEL RENCOR COMO MEMORIA HISTÓRICA

 La historia siempre ha sido violenta y la guerra siempre ha estado presente, tanto que la paz era definida como un periodo entre dos guerras. Igual de permanentes han sido las guerras de conquista. El "humano" aparece en África y por miles de año se desplaza por la Tierra hasta ocuparla toda. A partir de este poblamiento originario, todo nuevo ocupante era un conquistador, la ley del más fuerte prevalecía, después venía la "mezcla" o la desaparición del pueblo conquistado. En América no fue diferente, ni antes de 1492 ni después. No había una sóla nación indígena, sino muchas y diferentes y unas dominaban a otras. En el actual México fue igual y de hecho la derrota y conquista de los aztecas, fue gracias a la superioridad técnica de las armas hispanas y la gran alianza con los otros pueblos indígenas que dominados por los aztecas, se sublevaron y se aliaron con los españoles conquistadores. Esta es la historia-vera de la historia humana y en lo esencial sigue igual, unos dominando a otros y lo hemos llamado "imperialismo". Todo poder mayor termina intentando dominar o subordinar a estados y naciones "menores" por eso el mundo se sigue armando y por eso las guerras no terminan de desaparecer. No justifico la guerra y soy contrario a ellas, pero siguen allí.

Todo lo dicho tiene que ver con el hecho anecdótico de no haber invitado al rey de España, jefe del Estado español como monarquía que es, a la toma de posesión de la presidenta electa de México este 1ero de octubre. La causa por la que no fue invitado, porque en 2019 no contestó una carta que le envió el presidente Lopez Obrador proponiéndole que en una ceremonia común, programada para el 2021, el rey se disculpara por las violencias y atrocidades cometidas por la conquista española en el siglo 16. Si esto fuera así, les tocaría disculparse a los franceses que también los invadieron y le impusieron un emperador y ni hablar de los gringos que les quitaron inmensos territorios. Digo esto, por lo absurdo que resultaría pedir perdón por las guerras de conquista que cada pueblo o nación han sufrido a lo largo de la historia. Los orgullosos romanos conquistaron medio mundo y ese medio mundo terminó por conquistar a Roma. El "olvido" es mucho más terapéutico que el "rencor", además en la práctica "conquistadores y conquistados" se mezclan y crean nuevas realidades, antropológicas, culturales, políticas, etc. La humanidad, toda ella es mestiza por definición y culturalmente sincrética, aunque étnicamente y culturalmente se desarrollen "particularidades". Si miramos hacia adelante, cada vez vamos a ser más habitantes de la Tierra como casa-compartida y la convivencia en paz más necesaria. El "perdón" es cosa privada y de confesionario, mezclarla con la historia termina siendo una tontería diplomática y política.


Ángel Lombardi