sábado, 3 de octubre de 2009

Vivir libre o morir

Vivir libre o morir pareciera ser la consigna novedosa y vieja al mismo tiempo, escogida por el valiente grupo estudiantil en huelga de hambre y es que una huelga de hambre en serio es un riesgo cierto y un desafío a la muerte, el máximo sacrificio humano posible y el método de lucha más extremo y eficaz conocido, y es que sin lugar a dudas implica un compromiso moral absoluto y de allí su eficacia. El alcalde metropolitano electo y tantos otros en su momento dieron el ejemplo y ahora este centenar de jóvenes estudiantes que han decidido ofrendarse si fuera el caso para que el país reaccione oportunamente frente a esta amenaza cierta de un poder irracional y totalitario. Las verdaderas luchas históricas solo se ganan desde la moral y la ética y con la fortaleza espiritual necesaria, los ejemplos sobran y ente otros el paradigmático Gandhi, Luther King y Nelson Mandela y tantos otros seres anónimos o poco conocidos que con su martirologio hicieron posible que las buenas causas se impusieran. Estos nietos de la democracia que en buena hora se hicieron presentes, políticamente hablando, en el 2007 y permitieron recuperar la calle, es decir los espacios públicos, para la disidencia, la oposición y el pensamiento crítico en general y que ayudaron en mucho a posibilitar los importantes triunfos electorales del 2D y 23N reaparecen hoy en los espacios públicos con su rebeldía natural al liderizar la vanguardia de la lucha popular y democrática y a fortalecer la esperanza en un país mejor, en libertad y con un alto sentido de justicia social.
Para la filosofía de la historia moderna, la historia no es más que la hazaña o triunfo de la libertad tal como lo dice el filosofo italiano Benedetto Croce haciéndose eco entre otros de la filosofía de Kant y Hegel.
El régimen, empeñado tercamente en su intento de poder absoluto pareciera haber asumido la tristemente célebre consigna “Viva la muerte y muera la inteligencia” del bárbaro fascista español, que a caballo y pistola en mano, profanó el paraninfo de la Universidad de Salamanca. Pareciera ser que la única acción de gobierno en la cual se cree es la represión sin saber o sin terminar de entender que los pueblos también se cansan y que el miedo puede ser vencido y si alguien conoce la lección de vencer el miedo es la juventud indomable que atraviesa la historia con su hambre de futuro y libertad.

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