jueves, 2 de noviembre de 2023

AMÉRICA LATINA Y SUS DEMOCRACIAS

 

La idea y el concepto de Democracia forma parte del pensamiento griego como expresión del sistema político en Atenas, particularmente en la época de Pericles. Lo expresa el propio Pericles en un discurso que recoje el historiador Tucídides en su libro "La guerra del Peloponeso". Pero realmente la Democracia que conocemos se corresponde con el desarrollo del pensamiento liberal y de la Ilustración y sus hitos más publicitados han sido el parlamentarismo inglés del siglo 17, el nacimiento de la República norteamericana y la revolución francesa en el siglo 18 y todo el desarrollo posterior en los siglos 19 y 20.


En América Latina, las ideas liberales son conocidas y de hecho son el sustento doctrinal y constitucional de nuestros procesos emancipadores y posterior desarrollo republicano. Ahora, si asumimos el criterio del "sufragio universal", los primeros en adoptarlo fueron Ecuador en 1924 y Uruguay en 1927, luego Venezuela en 1947, El Salvador en 1950, Argentina en 1951, Bolivia en 1952 y México 1953.


Es importante tomar en cuenta que la democracia a partir del sufragio universal y a nivel global es historia reciente, centrada en el siglo 20. Anteriormente el voto era restringido a una minoría, usualmente propietarios y el propio sistema electoral y sus vicios y abusos restringía aún más el voto.

Por problemas de "espacio" no se puede hablar de la democracia en cada país, pero puede ser útil referirme a Venezuela y concluir con algunas consideraciones generales sobre la Democracia.


La democracia es una tarea pendiente en nuestro país. Recuperarla y evitar los errores del pasado.
Si se asume el criterio del sufragio universal, directo y secreto, en Venezuela empezó en 1946 con un Decreto de la Junta de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt y aprobada como Ley en 1947 por el Congreso de la República. La Democracia se pierde entre 1949 y 1958 y no volvemos a tener elecciones confiables hasta el 2013 y a partir de allí, el sufragio y el sistema electoral no genera mucha confianza en el electorado por razones conocidas por los venezolanos.


La democracia es mucho más que votar, pero su legitimidad comienza allí, en el acto soberano del ciudadano que elige. El próximo año 2024, tenemos un proceso electoral presidencial y con mucha probabilidad, también para elegir gobernadores y alcaldes. El actual CNE vuelve a ser conformado por una mayoría pro-gubernamental, 3 a 2, a pesar de ello hay una posibilidad de participación de la oposición con la confianza de poder movilizar tantos electores que el amenazante y potencial fraude no pueda funcionar. Esta posibilidad es nuestra mejor opción, una transición electoral a la democracia recuperada y necesaria, para así poder volver a reunir al país, en su pluralidad política e ideológica sin exclusiones.


Lo anterior es necesario para garantizar la gobernabilidad y la recuperación económica y poder afrontar positivamente las soluciones que hagan falta en el ámbito social, de infraestructura y de servicios, destruidos y en precariedad. La Democracia es un valor civilizatorio de un sistema político imperfecto pero perfectible y cuyos pilares sean el Estado de Derecho real y no solo declarativo al igual que los Derechos Humanos y el Bien Común.

Ángel Lombardi

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