Venezuela definitivamente libre. Mayo de 1823.
Coro es recuperado. En Julio,
después de la batalla del Lago, capitula Morales en Maracaibo (3 de
Agosto). El 10 de Octubre cae Puerto
Cabello en manos patriotas. El dominio
español ha cesado para siempre en Venezuela, pero no así las discordias y
disensiones domésticas. No se acepta a
Bogotá ni a Santander. Páez no acata
otra jefatura que la propia. Cada departamento y cada provincia se sentía y
asumía autónomo y en todo sometido al caudillo local. La <> predominaba
sobre la patria grande. Dividido el país
por el Congreso de Cúcuta en tres departamentos: Orinoco (Guayana, Cumaná,
Barcelona y Margarita); Zulia (Coro, Trujillo, Mérida, Maracaibo); y Venezuela
(Caracas y Barinas), todos recelaban de todos, y en especial de Caracas y ésta
de Bogotá. La única autoridad real
estaba representada por Bolívar, menguado y muy lejos y por Páez, cercano y
prepotente.
Venezuela
vivía horas de división e intrigas hasta bordear la guerra civil. < todos están pendientes de lo
que resuelva el Libertador, estos para obedecerle, aquellos para irse más
adelante en el camino de la rebelión>>.
El intrigante mayor en Venezuela era Miguel Peña, consejero de Páez, muy
influyente sobre aquél. En Bogotá,
parece ser el propio Santander quien conspira.
La tensión crece día a día, las embajadas se suceden, de Páez a Bolívar,
viaja Antonio Leocadio Guzmán a Lima. De Bolívar a Páez, viene a Venezuela
O’Oleary. Infructuosas todas las
embajadas, es el propio Bolívar que se apersona a tratar de evitar lo
inevitable. Su principal arma es la
persuasión, Páez aparentemente se le subordina una vez más pero ello durará el
tiempo de permanencia de aquél. El
desenlace era inevitable; los intereses personales, políticos y económicos de
Páez y la Oligarquía local estaban decididos a favor de la disolución de la
Gran Colombia.
Bolívar,
en su último viaje a Venezuela, llega el 31 de Diciembre a Puerto Cabello; el 4
de enero de 1827 se encuentra con Páez en Valencia; el 10 entran juntos a
Caracas. Bolívar vive la ilusión de la
subordinación de Páez y se dedica a gobernar por decreto. Todo lo atiende; hacienda, justicia,
instrucción, el gobierno asumido y ejercicio como ilusión y buenas intenciones;
puro papeleo y sin ningún resultado práctico, tradición que se va a repetir
muchas veces en Venezuela. El Libertador
abandona el país para siempre el 4 de Julio, rumbo a su destino.
Para
algunos historiadores, 1826 fue un año funesto en la historia del país; fue el
año de la Cosiata, una conspiración antibolivariana. Dice
Gil Fortoul; << Aliáronse pues, en
1826, la dos fuerzas políticas que venían determinando, desde los últimos años
de la Colonia, la evolución Constitucional de Venezuela, a saber: la aspiración
de la Oligarquía civil e intelectual a dictar leyes para una sociedad en
formación, y la voluntad de un guerrero prestigioso, que representó, según las
circunstancias, o el mando de hecho entre dos revoluciones, a la dictadura o la
autocracia. Ambos factores, armonizados
unas veces, y otras en pugna, empujaron a la masa popular, en todo el siglo
XIX, por rumbos no bien definidos todavía>>.
los intereses personales son los que no permite que se consolide la revolución
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