lunes, 7 de mayo de 2007

Un Fantasma Gobierna Cuba

Fidel Castro es un fantasma absolutamente necrofílico; un verdadero vampiro, ha vivido de la muerte y para la muerte. Secuestró por casi medio siglo a todo un pueblo, con una consigna que es como una lápida y un epitafio “patria o muerte”. Su régimen mató a miles de cubanos y exilió a más de 3 millones. Se apoderó de la muerte y de la sangre de Martí, Camilo Cienfuego y el “Ché” y como herencia deja a un pueblo arruinado y miserable. Este antihéroe de nuestro tiempo, en su agonía, se nos muestra con su verdadero rostro, un cadáver listo para ser embalsamado; otra ironía de la historia. Ojala hayamos aprendido la lección, en especial los cubanos y los latinoamericanos tan prestos a extraviarnos detrás del Mesías y a ser secuestrados por el amo del poder.
El mundo intelectual, especialmente el europeo y en particular el francés, también tienen su cuota de responsabilidad en este extravió de la historia. Es muy sabroso hacer la revolución desde los “café” parisinos; que los muertos los pongan los otros, nuestros pueblos pobres y atrasados.
Fidel, el héroe romántico, fabricado por la izquierda europea y el New York Times, debió morir en 1969, en plena “revolución cultural y contracultural” en ese momento era el “rebelde” necesario frente a un mundo conformista, atenazado por la guerra fría, el azar o el destino quiso que fuera el Ché, icono mártir de esa época quien encarna al “rebelde” siempre joven; hoy este pobre viejo que agoniza es otro más en nuestra galería de fantasmas o demonios de nuestra historia.
Los venezolanos debemos mirarnos en este espejo; perder 50 años de nuestra historia sería imperdonable para nuestra generación, detrás de una “ilusoria” revolución que lo único que significa es el hambre de poder de un individuo que se cree, él también, un Mesías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario