Hesnor Rivera
(1928-2001) poeta fundamental de Maracaibo y del país. Poeta jovial
a la manera de la gaya ciencia. Se protegió del mundo con la ironía
y el humor inteligente. Era un enamorado de la vida, un ser
fundamentalmente libre, condición que siempre reivindicó, de allí
la libertad de su poesía, así como su irreverencia poética. Su
poesía abreva intelectualmente en las vanguardias de su tiempo y
particularmente el surrealismo, pero su karma existencial y poético
fue Maracaibo, una vez más sólo accedemos a lo universal desde lo
particular.
La Universidad Católica
Cecilio Acosta (UNICA), con la Universidad del Zulia (LUZ) y la
Fundación Teatro Baralt, le rinden este homenaje con la intención
de rescatarlo para la memoria colectiva y fundamentalmente para las
nuevas generaciones, con la invitación a leerlo y al mismo tiempo
estamos asumiendo un compromiso público, de amigos e instituciones
para editar sus obras completas.
En la inauguración del
homenaje (18,19 y 20 de Septiembre), Lilia Boscán de Lombardi
presentó una semblanza del poeta así como su particular visión de
la poesía de Hesnor, en su momento alumno y amigo, y profunda
conocedora de la obra poética del autor. Califica esta poesía de
trascendente , no sólo en el sentido del valor literario de la misma
sino en su camino a convertirse en un clásico de nuestra literatura,
dándole al concepto de clásico el de la obra que dura en el tiempo.
Igualmente, Valmore
Muñoz, escritor y decano de la Facultad de Educación de la UNICA,
leyó una emotiva e importante carta de una de las hijas de Hesnor,
Celalba, quien sintetiza desde el afecto, vida y obra del poeta.
Igualmente se proyectó un documental entrevista de Yvork Cordido en
donde el poeta largamente explica el surgimiento de Apocalipsis,
época y motivaciones, y fue particularmente conmovedor cuando
explica cómo surge su poema-ícono Sylvia, el cual termina recitando
de manera conmovedora. Apocalipsis ya forma parte de la mitología
urbana y de nuestra historia literaria, así como el emblemático
movimiento cultural agrupado en 40° a la sombra. Sylvia, lo escribe
a los 24 años, en una fría noche-madrugada bogotana, y el relato de
su concepción y escritura producto del azar y de alguna manera del
propio destino del poeta, califica perfectamente en lo
real-mágico-maravilloso. Sylvia es una idealización de la mujer a
partir de fragmentos de muchas mujeres reales. La poesía no es otra
cosa que la fragmentación del mundo asumido en la totalización de
la poesía a partir de la sensibilidad del poeta.
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