“La renta y el
reclamo”: “Ensayo sobre petróleo y economía política en
Venezuela”, de Diego Bautista Urbaneja, publicado por la Editorial
Alfa. Sin lugar a dudas es una importante contribución para entender
la historia venezolana del último siglo y ayudarnos a entender estos
difíciles y tumultuosos años de comienzos de siglo, que tan
convulsionados tienen al país con sus confusiones e incertidumbres
en todos los campos, que diera la impresión que a los venezolanos de
esta generación se les estuviera negando el futuro. Pero el futuro
es real y es inevitable aunque no podamos predecir y prever los
acontecimientos que inexorablemente nos lleven a él y sin la
seguridad de llegar a tiempo como ocurrió con el siglo XX que según
el decir de Mariano Picón Salas el país llegó con 35 años de
retraso, solo después que muriera el dictador Juan V. Gómez.
Desde 1914 hasta
nuestros días la historia nacional ha transcurrido por los cauces
que han marcado la economía petrolera. Desde 1922 el petróleo se
convierte en nuestro principal producto de exportación, llegando a
ser tan determinante en nuestra economía que todavía hoy más del
90% de nuestros ingresos provienen del petróleo, creando la economía
de puertos que lamentablemente venimos siendo. Realidad ésta que ha
creado prácticamente todas las distorsiones que nuestra sociedad
padece, tanto en lo social como en lo político, desde la mentalidad
rentista de todos hasta el aprovechamiento inmisericorde de la renta
petrolera por unas élites codiciosas y a la larga irresponsables,
que sin obviar ningún medio lícito o ilícito (la famosa
corrupción) se han apropiado de la mayor parte de esta renta,
propiciando y creando los fuertes desequilibrios que nuestra sociedad
arrastra y que apenas han logrado mitigar de manera absolutamente
insuficiente nuestro sesgado populismo que no ha sido otra cosa que
fachada o ideología para ocultar y legitimar el usufructuo del poder
por unos grupos minoritarios tantos venidos de las élites militares
como de la llamada burguesía nacional.
Como dice el autor,
hemos tenido una política económica sin economía política, es
decir, que la apropiación ha prevalecido casi absolutamente sobre la
distribución, con algunos períodos normalmente cortos en donde el
esfuerzo distributivo significó un avance importante en nuestra
configuración de sociedad moderna pero siempre con fuertes
contrastes y desequilibrios.
Como muy bien lo
entendió Rómulo Betancourt, en su libro Política y petróleo, en
Venezuela nada puede ser explicado y entendido sino en esta
perspectiva que Diego Bautista Urbaneja recoje y desarrolla de manera
magistral, igual que otros estudiosos y autores, como por ejemplo,
Asdrubal Batista, que sin lugar a dudas son fundamentales para esta
afortunada y desdichada Venezuela petrolera.
A qué dirección de email podría ubicarlo para una entrevista. Saludos
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