La emigración
forzada por las circunstancias adversas, de cualquier tipo, es una
experiencia traumática de reciente data, en la psique venezolana.
Es una herida reciente y abierta, en millones de familias venezolanas, todavía no asimilada en términos socio-culturales y psico-culturales.
Manejamos estadísticas,5 millones aproximadamente con tendencia a seguir.
Conocemos casos particulares, todos diversos y respetables (y nadie tiene derecho a emitir juicios de valor sobre motivos y razones)
A muchos les ha ido bien y creen que fué la mejor decisión; a otros, no tanto.
Muchos regresarán (creo que ya está ocurriendo) y otros muchos tendrán su destino afuera, y no es fin de mundo.
Algún día la literatura hará el balance emocional y espiritual de nuestra emigración.
De lo que no tengo duda es que el costo emocional mayor lo pagan los "mayores" los que por una u otra razón, se quedaron.
Desde afuera, unos más, unos menos, añoran.
Desde adentro, el silencio del afecto, que la distancia diluye en silencio y soledad.
Es una herida reciente y abierta, en millones de familias venezolanas, todavía no asimilada en términos socio-culturales y psico-culturales.
Manejamos estadísticas,5 millones aproximadamente con tendencia a seguir.
Conocemos casos particulares, todos diversos y respetables (y nadie tiene derecho a emitir juicios de valor sobre motivos y razones)
A muchos les ha ido bien y creen que fué la mejor decisión; a otros, no tanto.
Muchos regresarán (creo que ya está ocurriendo) y otros muchos tendrán su destino afuera, y no es fin de mundo.
Algún día la literatura hará el balance emocional y espiritual de nuestra emigración.
De lo que no tengo duda es que el costo emocional mayor lo pagan los "mayores" los que por una u otra razón, se quedaron.
Desde afuera, unos más, unos menos, añoran.
Desde adentro, el silencio del afecto, que la distancia diluye en silencio y soledad.
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