"Imposible
sobrevivir sin una ética mundial. Imposible la paz mundial sin paz
religiosa. Imposible la paz religiosa sin diálogo de religiones”,
HANS KUNG (esto fue escrito en 1990). La HISTORIA mas allá de sus
dimensiones o aspectos: políticos, económicos, sociales, culturales
y en toda su diversidad de lenguas, naciones, culturas, costumbres
diversas, es una sola como historia de la humanidad y cada día lo
será más por imperativo civilizatorio y tecno-científico. Y la
Tierra es Casa-Común, para cuidarla y preservarla y ya no para
"matarnos" sino para con-vivir en pluralidad, respeto y
tolerancia. No entenderlo va a ser el principal desafío ético del
siglo 21, seguimos en las "morales-ideológicas"
particulares, como individuos y colectividades. Hay que construir una
etica-global sobre la “consciencia" de una sola humadad
culturalmente diversa pero con un destino histórico compartido y
cuya principal obligación es "cuidar" del semejante, de
manera "fratenal" y de la Casa Común. En términos
simbólicos, CAIN Y ABEL reconciliados. Cosmos, naturaleza, mundo, lo
que usualmente llamamos realidad "existe-per-se" no nos
necesita. Los seres humanos vinimos "después" y de acuerdo
a la tradición biblica "se nos dió como heredad" para
"vivirlo y disfrutarlo" responsablemente. Y aquí comienza
la "tarea-humana" la historia. Como estamos dotados de
"libertad" nos toca decidir siempre entre el bien propio y
del semejante o el "mal", es decir, exacerbar nuestro egoísmo y pasiones y actuar de manera a-moral, más allá de los
limites permitidos, en perjuicio de los"demás". Es lo que
llamamos historia-cainitica, no otra cosa es la ética, los límites
de nuestra libertad, para no perjudicar a consciencia al “otro"
de allí, el poderoso e imperativo moral del AMOR en todas sus
dimensiones del "amaos el uno al otro como a si mismo" y
para el creyente "a DIOS por encima de todas las cosas".
viernes, 8 de mayo de 2020
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