lunes, 20 de diciembre de 2021

Política y Gobierno

Reitero mi agradecimiento al gobernador electo Manuel Rosales por la oportunidad que le está dando a Juan Pablo de formar parte de su equipo de gobierno en el Zulia. La vocación política como toda vocación verdadera termina siendo un destino de vida.

Una vocación implica formación, actitud y aptitud, humildad, voluntad y paciencia y oportunidades y circunstancias propicias y ser agradecido a tantas personas que nos acompañan y ayudan en la vida.
Además un político nunca debe olvidar que es un servidor público, que administra bienes y recursos que no son suyos y que debe administrar y gerenciar con absoluta pulcritud y eficiencia.

Igualmente importante es la filosofía de vida y su visión y percepción de la realidad. Su tiempo es el presente-futuro. El único real pero la comprensión del mismo solo es posible desde el estudio y el conocimiento y acudir en cada caso a la consulta de técnicos, expertos, especialistas, etc.
El estudio de la historia o conocimiento del pasado es útil y necesario, así aprendemos de la experiencia y errores cometidos, para no repetirlos.
La imaginación también es necesaria para gobernar, porque es importante tener consciencia que el tiempo fluye y cambia, con o sin nosotros.

Hay que empeñarse en ser servidores de la vida y contemporáneos del futuro. La política y el gobierno exigen mucho valor cívico y coraje. No se puede complacer a todos y menos a los cercanos, familia, amigos, compañeros, compañeritos de partido o grupo, etc. El servicio a la solidaridad y la justicia no se logra con dádivas y favores sino con el buen funcionamiento de las instituciones y las políticas públicas. Nunca se logra todo lo prometido o deseable ni mucho menos las expectativas de todos pero si es importante intentar siempre la máximo posible. Y la palabra "posible" es importante entenderla en contexto real. No todo depende de uno y los milagros no forman parte de la política. El Zulia forma parte del país y este viene mal gobernado desde hace casi 23 años.
Destruyó la economía y saboteó el proyecto democrático y acentuó el centralismo y todo tipo de abuso y arbitrariedad.
Gobernar el Zulia es un desafío por las problemáticas acumuladas y la relación con el centralismo.

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