Para
el historiador el tiempo más difícil a comprender es su propio
presente, carece de perspectiva y no se conoce el desenlace, lo
contrario cuando se estudia el pasado, conocemos el desenlace y a la
mano se tiene toda la información necesaria.
En
Venezuela desde al año 1992 se hace visible un proyecto emergente de
poder que fracasa por la vía del golpe de Estado, pero fue exitoso
por la vía electoral en 1998 con la elección de Hugo Chávez Frías.
El país venia, en las últimas dos décadas viviendo una crisis de
relativo estancamiento económico y de un sistema político
anquilosado, cada vez más desconectado de las necesidades de la
mayoría.
Chávez
un líder mesiánico y populista encarnaba de alguna manera las
expectativas de un liderazgo fuerte y unas reformas necesarias. Con
la crisis del 2002-2003: paro petrolero y golpe de estado fallido,
Chávez inicia de manera visible un acercamiento a la Cuba
castro-comunista, a pesar de su discurso ambiguo en lo ideológico se
notaba ya la tendencia autoritaria de un gobierno militar y con una
clara inclinación a un modelo político hegemónico. Chávez que
muere en el 2013, logro polarizar a la sociedad venezolana y exitoso
en desarrollar un liderazgo internacional, sustentado en los
abundantes recursos fiscales que le proporcionaba la renta petrolera.
En lo interno, populista y demagogo y en lo externo un tercermundista
con recursos. La etapa chavista del proceso resulta un tema polémico
y políticamente extemporáneo, dada la necesidad de concentrarnos en
los últimos cinco años, en donde Maduro y su gobierno no sólo
cumple el rol del heredero sino, además, por la dramática carencia
de recursos financieros y quizás por sus propias convicciones
acelera la entrega al castro-comunismo haciendo realidad lo que en la
época de Chávez apenas era un temor.
La
situación venezolana no puede ser comprendida a plenitud si no se
ubica en el contexto geopolítico global, no sólo por nuestros
recursos y posición estratégica sino por el alineamiento del
régimen venezolano con una serie de países hostiles o confrontados
con los Estados Unidos. China, Rusia, Irán, el fundamentalismo
islámico, el narcotráfico, el Foro de Sao Paulo y otros intereses y
factores anti-norteamericanos que han configurado un escenario
altamente complejo y de desenlace incierto.
Para
los venezolanos nuestro interés es terminar con esta agonía de
hambre, carencias, y destrucción. Recuperar un país normal, seguro,
próspero y con futuro, en libertad y democracia, más allá de los
intereses geopolíticos de las potencias nombradas y países
involucrados. Lamentablemente el régimen que de autoritario ya puede
ser calificado de proyecto totalitario: Cuba II, prácticamente ha
clausurado las vías electorales y democráticas y profundiza su
política represiva y de control social. Frente a estas
circunstancias, el factor internacional pasa a jugar un papel
importante, igual las fuerzas armadas, ahora nuestro deseo sería un
proceso que culmine en una transición democrática con el menor
costo posible en todo sentido.
Los
venezolanos merecemos vivir en democracia, libertad y progreso como
de alguna manera lo logramos en el siglo XX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario