Un
nuevo ciclo histórico está por comenzar, confío que sea
democrático y de reconciliación y reconstrucción nacional.
La"revolución-reaccionaria" (1992-4F/1998-2018) destruyó
una economía y desarticuló una sociedad que con altibajos en el
siglo XX y con la palanca de la economía petrolera se había
convertido en un referente de progreso y democracia a nivel
latinoamericano. Hoy sabemos por dura y trágica experiencia de 20
años que la única revolución tolerable es la de la DEMOCRACIA y su
institucionalidad y la vigencia absoluta de los DERECHOS HUMANOS.
Terminada la tiranía, el país tiene que ser convocado a la
convivencia de una sociedad abierta y pluralista, de una economía
productiva sustentada en la educación,el talento,la probidad y el
esfuerzo. Una República de ciudadanos e instituciones, cuyo grado de
libertad está en relación directa con la responsabilidad exigible.
Un joven dirigente, en nombre de la legitima voluntad popular,
expresada en el 2015, a través de la ASAMBLEA NACIONAL le ha tocado,
por azar o destino, simbolizar la transición y para ello su mejor
acompañamiento es la NACIÓN del talento para atender bien a la
NACIÓN de los necesitados y las necesidades. Es la hora del realismo
político; de la gobernabilidad inteligente; de la tecno/política y
sobre todo de la honradez y la superación cierta del
mesianismo/populista y la arrogancia sectaria e ideológica y el fin
de la impunidad. Venezuela abierta al mundo, democrática y prospera.
Un nuevo ciclo comienza y no podemos equivocarnos, si aprendemos a
ser "contemporáneos del futuro".
viernes, 1 de febrero de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario