viernes, 1 de febrero de 2019

Vamos bien... pero...


Enero concluye con un"proceso"en curso, con una oposición crecida y un régimen en "recule" pero todavía no derrotado y este es el punto importante, en Febrero, no perder la iniciativa política, con la Asamblea Nacional y Guaidó al frente. Agotándose rápidamente las presiones internacionales en términos económicos y diplomáticos, el régimen ganando tiempo,se fortalece. La institución armada es una incógnita, 20 años de control político, ha hecho su efecto, además de los muchos"negocios"presentes.
El "quiebre" no termina de producirse en la misma medida que en la oposición, a pesar de la aparente unidad, hay diversas agendas particulares presentes: desde los que buscan un entendimiento sin descartar co-habitación hasta los extremistas que siguen buscando su Pinochet. La ciudadanía y la población en general quiere un cambio"urgente" con impacto positivo en su situación económica, servicios y calidad de vida y las clases medias están dispuestas a seguir apoyando el cambio, con manifestaciones importantes de"calle"(ej.23 de Enero). La ley de amnistía y la ayuda humanitaria fueron necesarias y oportunas pero con el tiempo si no se concretan pierden su eficacia igual el discurso de Guaidó, su novedad y frescura, sin un cese del régimen, va a ir perdiendo impacto y credibilidad. El Proyecto-País pertinente y necesario y para mi gusto, equilibrado e inclusivo, pero para implementarlo es necesario ser gobierno-efectivo-ya. Enero para la oposición merece el VAMOS BIEN pero ya en Febrero exige acelerar el balance del poder a favor de la misma en términos "fácticos", la elocuencia de los hechos y es lo que vuelve "peligroso" este mes, el tiempo de las crisis es largo pero el tiempo del "desenlace" no. Hasta ahora el régimen se ha debilitado de manera evidente un ejemplo es que no puede poner preso a Guaidó, no se atreven y Maduro, se debate entre un discurso agresivo y plañidero al mismo tiempo, con imágenes militares de "fuerza" que no convencen a nadie. Si no hay pronto una "decisión" militar interna de apoyo político al cambio pasamos a depender de factores de fuerza externos, a veces inevitables, pero que termina siendo la peor solución. En lo personal abogo por una solución política y electoral, pero sobre la base del fin del régimen y del gobierno de Maduro y garantías plenas de gobernabilidad y democracia y vigencia absoluta de los DERECHOS HUMANOS (cese de censura y represión; libertad presos políticos,etc).

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