La proximidad de un nuevo siglo da
lugar a múltiples reflexiones y a predicciones diversas sobre el futuro. El siglo XXI se presenta como una nueva
posibilidad de futuro, crecen las expectativas y aparecen nuevos proyectos de
modernidad y de modernización. En todos
los finales de centuria se repiten parecidos signos de temor y de esperanza y
se evalúa críticamente el acontecer histórico en ese largo período de tiempo.
Venezuela
ha conocido a lo largo de su historia, varios proyectos de modernidad que
fracasaron o se desvirtuaron. Pero es
solo a partir de la aparición del petróleo en 1822, cuando se hace factible y
realizable un proyecto de país moderno y desarrollado, libre y
democrático. Este hecho es de crucial
importancia en la vida política, económica, cultural y social de
Venezuela. El petróleo divide el proceso
histórico venezolano en dos etapas: la pre-petrolera y la post-petrolera. A la primera corresponde el país agrario,
atrasado y pobre. A la segunda, el país
urbano, en franco proceso de industrialización y desarrollo aunque con
evidentes contrastes y desequilibrios.
Me
propongo analizar la novela “Fiebre” de Miguel Otero Silva, su primera novela,
escrita con el fuego y el idealismo de la juventud en la que narra los hechos
más relevantes de la lucha contra la dictadura del General Juan Vicente Gómez.
Miguel Otero
Silva, como otros
intelectuales venezolanos, es un escritor comprometido con un ideal
de cambio y de transformación del país.
Muchos estuvieron vinculados a movimientos o ideologías dominantes en la
época y se asumen como críticos sociales animados por un hondo nacionalismo. Miguel Otero Silva, es autor de varias
novelas en las que recrea la historia del país en diversos momentos del proceso
histórico, animado siempre por la inquietud política y el idealizar de un
escritor comprometido con el país y con la historia.
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