El candidato Chávez ya anunció su estrategia electoral en su intención reeleccionista para el 2006, el candidato de la oposición, sea quien sea, es el candidato de Bush; este expediente lo utilizó Perón en 1946 en Argentina, más modesto su adversario, no era el Presidente gringo de aquel momento sino el embajador norteamericano en Argentina.
Este tipo de manifestación maniquea tiende a ser exitosa porque está dirigido a las pasiones y complejos de los pueblos, se explota el sentimiento nacionalista y xenofóbico y el universal rechazo al imperialismo, y en el caso de Bush, se facilitan las cosas por ser este un Presidente antipático, arrogante y agresivo.
Desde otro punto de vista, otra vez el Presidente, faltando a su investidura, vuelve a la ofensa como estilo y política para descalificar a sus adversarios políticos con el despectivo calificativo de “frijolitos”.
Si tuviéramos un CNE que se respetara, este tipo de lenguaje entre candidatos debería estar prohibido, por deseducativo e incivilizado. En la política moderna no se elimina al adversario ni se le descalifica; se confrontan las ideas y se respetan las personas.
Chávez candidato lo que debería sumir es su rendición de cuentas al país; que gobernó durante 7 largos años debe decirle al país que hizo con la millonada que le tocó administrar, qué hizo para combatir la corrupción; disminuir el desempleo; controlar la violencia generalizada y la inseguridad, cuáles son sus éxitos en derechos humanos y desarrollo sustentable. Un candidato que además es Presidente debería garantizarles a todos los venezolanos que no va a competir con ventajismo y que no va a utilizar los diversos recursos públicos para su campaña. El candidato Chávez no va a confrontar a Bush sino a los venezolanos que van a exigir buenas cuentas y no simple retórica y humo.
Tenemos derecho a ello, así como tenemos derecho a un Consejo Nacional Electoral, neutral y confiable y de lo cual el propio Presidente debería ser el principal abanderado.
Este tipo de manifestación maniquea tiende a ser exitosa porque está dirigido a las pasiones y complejos de los pueblos, se explota el sentimiento nacionalista y xenofóbico y el universal rechazo al imperialismo, y en el caso de Bush, se facilitan las cosas por ser este un Presidente antipático, arrogante y agresivo.
Desde otro punto de vista, otra vez el Presidente, faltando a su investidura, vuelve a la ofensa como estilo y política para descalificar a sus adversarios políticos con el despectivo calificativo de “frijolitos”.
Si tuviéramos un CNE que se respetara, este tipo de lenguaje entre candidatos debería estar prohibido, por deseducativo e incivilizado. En la política moderna no se elimina al adversario ni se le descalifica; se confrontan las ideas y se respetan las personas.
Chávez candidato lo que debería sumir es su rendición de cuentas al país; que gobernó durante 7 largos años debe decirle al país que hizo con la millonada que le tocó administrar, qué hizo para combatir la corrupción; disminuir el desempleo; controlar la violencia generalizada y la inseguridad, cuáles son sus éxitos en derechos humanos y desarrollo sustentable. Un candidato que además es Presidente debería garantizarles a todos los venezolanos que no va a competir con ventajismo y que no va a utilizar los diversos recursos públicos para su campaña. El candidato Chávez no va a confrontar a Bush sino a los venezolanos que van a exigir buenas cuentas y no simple retórica y humo.
Tenemos derecho a ello, así como tenemos derecho a un Consejo Nacional Electoral, neutral y confiable y de lo cual el propio Presidente debería ser el principal abanderado.
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