viernes, 26 de junio de 2009

PUEBLOS SIN ESPERANZAS

Pueblos sin esperanzas, países sin futuro son las primeras palabras que se me ocurrieron al terminar de ver la película colombiana “María, llena eres de gracia” (de Joshua Marston) una muy buena realización cinematográfica, con una actuación impecable de Catalina Sandino Moreno como María. La preocupación surge por el mensaje subliminal de la película, para nuestra gente y para nuestros pueblos no hay otra opción que huir hacia el norte, al paraíso norteamericano. Este es un mensaje que desde nuestras burguesías americanizadas e intelectuales acomplejados vienen repitiéndose desde el lejano siglo XIX, cuando Estados Unidos fue convertido en paradigma de progreso y desarrollo hasta por gente como D.F.Sarmiento.
En la película en uno de los diálogos, la protagonista pregunta: ¿Cómo es aquello? Y la respuesta no se deja esperar, aquello es perfecto.
Al final de la película, otro diálogo, sintetiza toda la venenosa ideología uno de los personajes, una mujer embarazada dice, al principio es difícil, pero las cosas siempre terminan mejorando aquí, a diferencia de allá, que las cosas siempre empeoran; decidí quedarme por mi hijo por nacer, sé que aquí va a tener mejores oportunidades. Al final, María, decide quedarse en los Estados Unidos, ella también espera un hijo. La conclusión es demoledora para estos países al sur del río grande (y para el mundo pobre y atrasado) para nosotros no hay esperanza, nuestros problemas no son temporales o circunstanciales, son para siempre. Hegel en su filosofía de la historia nos condenó al limbo del futuro, estos ideólogos del imperio; como Dante al entrar al infierno, nos dice que abandonemos toda esperanza.
Los que piensan así en verdad no conocen el otro rostro de los Estados Unidos, denunciado por muchos escritores de ese país, entre otros como el recién fallecido Arthur Miller que develó en la mayoría de sus obras, las miserias sociales y humanas de una sociedad profundamente deshumanizada. El paraíso en términos humanos existe como posibilidad en todas partes y el infierno en la tierra no es ajeno a todos los seres humanos, no importando dónde nacen y viven. Otra lección de la historia es que el éxito histórico de naciones y pueblos siempre es relativo; en la rueda de la historia, los de arriba hoy pueden estar abajo y viceversa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario